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viernes, 6 de mayo de 2016

PLANTAS LAXANTES



El estreñimiento es una afección muy habitual, en muchos casos esta relacionado con una alimentación inadecuada: las dietas bajas en fibra o en las que se ingiera poca cantidad de liquido favorecen la aparición de esta patología. También la falta de ejercicio tiene mucho que ver con este proceso.

Por una parte, la alimentación se suele hacer con productos muy refinados, a los que se les ha extraído gran parte de sus fibras vegetales que se consideran de desecho o, por lo menos, inconvenientes, pues empeoran el aspecto y la textura del producto. Así, el pan se elabora con harinas refinadas que le dan un color mas blanco y apetecible, la pasta también presenta ese color blanco, al igual que el arroz, etc.; por otro lado, los alimentos integrales (a los que no se les ha extraído la cáscara y, por tanto, contienen fibra alimenticia) presentan un color mas oscuro, necesitan más tiempo de cocción en el caso de arroces y pasta tienen una textura y un sabor diferentes y son rechazados por algunas personas.

Los alimentos integrales son mas adecuados para las personas con estreñimiento, pues la fibra que contienen, al no absorberse en el intestino, queda en este, aumentando el volumen de los desechos y absorbiendo agua, lo que aumenta la cantidad total de heces y, por tanto, favorecen su eliminación; pero no “adelgazan”mas que los blancos; al contrario, suelen tener mas calorías (poca diferencia, pero siempre algo mas) que los refinados.

Otra factor que tiene que ver con el estreñimiento es la cantidad de liquido que se ingiere a lo largo del día. Las heces, para ser eliminadas, necesitan tener una consistencia determinada: si son muy liquidas, hablo de diarrea, y si son muy secas, se endurecen y su eliminación se dificulta. Por este motivo es importante hidratarse de manera adecuada. Yo os recomiendo que ingerais unos dos litros de agua diarios, no solo para conseguir una función intestinal adecuada, sino  también para mantener una hidratación correcta en todas las células del organismo.

El siguiente factor que influye en la aparición del estreñimiento es la falta de ejercicio.

El intestino se mueve gracias a unas fibras musculares propias que están reguladas directamente por los sistemas nerviosos simpático y parasimpático. Los movimientos del intestino se denominan movimientos peristálticos, y gracias a ellos se consigue que el alimento avance en la dirección adecuada, es decir, de la boca hacia el recto, para que vaya sufriendo las transformaciones necesarias para su absorción y posterior eliminación de residuos. Pero estos movimientos, aunque son independientes, están favorecidos por los movimientos de la musculatura esquelética (músculos que producen el movimiento general del cuerpo). De esta forma, caminar y mover los músculos del tronco y el abdomen favorecen los movimientos intestinales. En la actualidad, lo mas habitual es que gran parte de los trabajos se hagan en posición sentada. Los desplazamientos, tanto en coche como en transporte publico, también se hacen sentados, así como gran parte de las actividades de ocio (cine, teatro, televisión, leer) tampoco requieren ningún movimiento de las piernas ni del tronco. Por este motivo, el movimiento intestinal se ralentiza y se contribuye de esta forma a que la evacuación normal de las heces se  dificulte.

Hay que hacer una mención especial en el caso de los ancianos, pues en estos es aun mas frecuente el estreñimiento por efecto de los tres factores que os he descrito: por un lado, su alimentación suele ser poco abundante y, además, a menudo por problemas en la dentición y en la deglución, tienden a ser alimentados como sopas y purés que no conservan las fibras intactas, pues se han roto en el proceso de triturado.

La ingesta de agua esta disminuida en estas personas, pues el centro de la sed (unas células especiales del cerebro que nos dan la señal de beber cuando necesitamos agua en nuestro organismo) pierde su función y no tienen en ningún momento la sensación de sed. Por eso es importante, en los ancianos, que la persona que los cuide les ofrezca a menudo agua, pues ellos no beben de manera espontánea, y a eso se debe que, con frecuencia, en situaciones de calor extremo o diarreas, puedan deshidratarse fácilmente.

Si a esto le sumamos que los ancianos tienen una disminución importante del ejercicio realizado. Es cierto que en algunos casos las condiciones físicas impiden el movimiento, pero se puede suplir con movimientos pasivos (tumbado en la cama, bocarriba, el cuidador moviliza sus piernas y masajea su abdomen). En los casos en los que se permita el ejercicio, a veces hay que hacer un esfuerzo de voluntad y obligarse a pasear todos los días, mejor por supuesto por la calle, pero si no puede ser, por un pasillo de la casa es suficiente, una media hora por la mañana y otro tanto por la tarde. esta actividad no es beneficiosa solo para el transito intestinal, sino también para la musculatura, para la circulación y para el estado de animo general.

Pero ¿qué tiene que ver el estreñimiento con al obesidad?, ¿se presentan siempre asociados?, ¿es necesario utilizar laxantes en todos los tratamientos antiobesidad?

Empezare dando respuesta a la ultima pregunta con un rotundo “NO”. Los laxantes no son un tratamiento para la obesidad, son solo un tratamiento para el estreñimiento.

Es cierto que en muchos casos se produce una asociación de las dos patologías: es lógico que una persona obesa no lleve una alimentación adecuada y eso produzca el aumento de peso y, además, un desorden en la evacuación de las heces. En este caso, claro que hay que tratar el estreñimiento; pero en muchos casos, simplemente al prescribir la dieta adecuada y cambiar los hábitos alimenticios y hacer un poco de ejercicio, el estreñimiento desaparece. Si no es así, se pueden utilizar algunas sustancias con poder laxante, pero con bastante precaución.

También hay que tener en cuenta que una persona que esta intentando adelgazar y que no evacua bien tiene, al fin y al cabo, un peso retenido en su abdomen que, cuando se sube a la báscula, se va a sumar al peso real de su organismo y se va a producir, por tanto, una toma de los datos errónea. Si la función intestinal de esta persona se normaliza, el peso añadido de las heces no se sumara al suyo propio y el dato será el adecuado, además de, por supuesto, el hecho de que la retención de las heces produce un cierto grado de “intoxicación” desfavorable para el organismo.

Pero lo contrario nunca es cierto, es decir, una persona obesa, que esta siguiendo una dieta para adelgazar y que tiene una buena función intestinal, si toma un laxante no va adelgazar mas, sino que va a perder agua y heces, nunca grasa. Al subirse a la báscula, el peso será menor, pero de forma artificial por la perdida de liquido, con el consiguiente riesgo de deshidratación.

Además, la toma continuada de laxantes puede producir con el tiempo una parálisis de la musculatura del intestino, por lo que a la larga se producirá un estreñimiento pertinaz casi imposible de tratar.

Os diré que esta absolutamente contraindicado que en preparados para adelgazar aparezcan de forma general sustancias laxantes, pues estas solo se utilizaran en las personas que padezcan de estreñimiento y en ningún otro caso, tanto por los efectos secundarios que pueden producir como por la ineficacia en un tratamiento antiobesidad.

Las plantas con propiedades laxantes mas utilizadas comúnmente son:

  • ISPÁGULA:  Es un laxante mecánico, es decir, gracias a su riqueza en mucílagos (fibra) es capaz de absorber agua y aumentar así el volumen de las heces. También actúa disminuyendo la absorción de los hidratos de carbono, por lo que tiene un cierto efecto regulador de la tasa de glucosa en sangre y una acción positiva como coadyuvante en las dietas de adelgazamiento. En algunas personas puede producir meteorismos (gases) mas o menos molestos. No debe emplearse en tratamientos prolongados ni en niños.
  • FRÁNGULA:  Facilita el movimiento intestinal, por lo que esta indicado para aquellas personas que necesiten facilitar la expulsión de las heces como, por ejemplo, personas con fisuras anales, hemorroides, etc.; se emplea de manera puntual en esas situaciones, pero nunca como tratamiento continuado. Esta contraindicado en personas con enfermedades del colon y en niños menores de doce años.
  • BOLDO:  Es una planta que tiene un cierto efecto laxante, pero que se utiliza sobre todo por su acción sobre la vesícula biliar.
  • SEN:  Tiene efecto laxante porque aumenta la motilidad intestinal. Tratamientos prolongados con esta planta pueden producir alteraciones permanentes en los movimientos intestinales. no se debe utilizar nunca en tratamientos que superen los siete o diez días. Se utiliza solamente de forma puntual en casos de estreñimiento importante que no se resuelven de otra manera. Esta contraindicado su uso en personas con enfermedades inflamatorias del intestino, en el embarazo, en la lactancia y en niños.
  • CASCARA SAGRADA: Al igual que el sen, debe utilizarse solamente de forma esporádica, nunca mas allá de diez días de tratamiento continuado. En usos mas prolongados puede producir deshidratación, con desequilibrio electrolítico (perdida a través de las heces de minerales imprescindibles para la vida), e irritación de la mucosa intestinal. Esta contraindicado en los mismos casos que el sen.