El estreñimiento es una
afección muy habitual, en muchos casos esta relacionado con una alimentación
inadecuada: las dietas bajas en fibra o en las que se ingiera poca cantidad de
liquido favorecen la aparición de esta patología. También la falta de ejercicio
tiene mucho que ver con este proceso.
Por una parte, la
alimentación se suele hacer con productos muy refinados, a los que se les ha
extraído gran parte de sus fibras vegetales que se consideran de desecho o, por
lo menos, inconvenientes, pues empeoran el aspecto y la textura del producto.
Así, el pan se elabora con harinas refinadas que le dan un color mas blanco y
apetecible, la pasta también presenta ese color blanco, al igual que el arroz,
etc.; por otro lado, los alimentos integrales (a los que no se les ha extraído
la cáscara y, por tanto, contienen fibra alimenticia) presentan un color mas
oscuro, necesitan más tiempo de cocción en el caso de arroces y pasta tienen
una textura y un sabor diferentes y son rechazados por algunas personas.
Los alimentos integrales son
mas adecuados para las personas con estreñimiento, pues la fibra que contienen,
al no absorberse en el intestino, queda en este, aumentando el volumen de los
desechos y absorbiendo agua, lo que aumenta la cantidad total de heces y, por
tanto, favorecen su eliminación; pero no “adelgazan”mas que los blancos; al
contrario, suelen tener mas calorías (poca diferencia, pero siempre algo mas)
que los refinados.
Otra factor que tiene que
ver con el estreñimiento es la cantidad de liquido que se ingiere a lo largo
del día. Las heces, para ser eliminadas, necesitan tener una consistencia
determinada: si son muy liquidas, hablo de diarrea, y si son muy secas, se
endurecen y su eliminación se dificulta. Por este motivo es importante
hidratarse de manera adecuada. Yo os recomiendo que ingerais unos dos litros de
agua diarios, no solo para conseguir una función intestinal adecuada, sino también para mantener una hidratación
correcta en todas las células del organismo.
El siguiente factor que
influye en la aparición del estreñimiento es la falta de ejercicio.
El intestino se mueve
gracias a unas fibras musculares propias que están reguladas directamente por
los sistemas nerviosos simpático y parasimpático. Los movimientos del intestino
se denominan movimientos peristálticos, y gracias a ellos se consigue que el
alimento avance en la dirección adecuada, es decir, de la boca hacia el recto,
para que vaya sufriendo las transformaciones necesarias para su absorción y
posterior eliminación de residuos. Pero estos movimientos, aunque son
independientes, están favorecidos por los movimientos de la musculatura
esquelética (músculos que producen el movimiento general del cuerpo). De esta
forma, caminar y mover los músculos del tronco y el abdomen favorecen los
movimientos intestinales. En la actualidad, lo mas habitual es que gran parte
de los trabajos se hagan en posición sentada. Los desplazamientos, tanto en
coche como en transporte publico, también se hacen sentados, así como gran parte de las actividades de ocio (cine, teatro, televisión, leer) tampoco
requieren ningún movimiento de las piernas ni del tronco. Por este motivo, el
movimiento intestinal se ralentiza y se contribuye de esta forma a que la
evacuación normal de las heces se dificulte.
Hay que hacer una mención
especial en el caso de los ancianos, pues en estos es aun mas frecuente el
estreñimiento por efecto de los tres factores que os he descrito: por un lado,
su alimentación suele ser poco abundante y, además, a menudo por problemas en
la dentición y en la deglución, tienden a ser alimentados como sopas y purés
que no conservan las fibras intactas, pues se han roto en el proceso de
triturado.
La ingesta de agua esta
disminuida en estas personas, pues el centro de la sed (unas células especiales
del cerebro que nos dan la señal de beber cuando necesitamos agua en nuestro
organismo) pierde su función y no tienen en ningún momento la sensación de sed.
Por eso es importante, en los ancianos, que la persona que los cuide les ofrezca
a menudo agua, pues ellos no beben de manera espontánea, y a eso se debe que,
con frecuencia, en situaciones de calor extremo o diarreas, puedan
deshidratarse fácilmente.
Si a esto le sumamos que los
ancianos tienen una disminución importante del ejercicio realizado. Es cierto
que en algunos casos las condiciones físicas impiden el movimiento, pero se
puede suplir con movimientos pasivos (tumbado en la cama, bocarriba, el
cuidador moviliza sus piernas y masajea su abdomen). En los casos en los que se
permita el ejercicio, a veces hay que hacer un esfuerzo de voluntad y obligarse
a pasear todos los días, mejor por supuesto por la calle, pero si no puede ser,
por un pasillo de la casa es suficiente, una media hora por la mañana y otro
tanto por la tarde. esta actividad no es beneficiosa solo para el transito
intestinal, sino también para la musculatura, para la circulación y para el
estado de animo general.
Pero ¿qué tiene que ver el
estreñimiento con al obesidad?, ¿se presentan siempre asociados?, ¿es necesario
utilizar laxantes en todos los tratamientos antiobesidad?
Empezare dando respuesta a
la ultima pregunta con un rotundo “NO”. Los laxantes no son un tratamiento para
la obesidad, son solo un tratamiento para el estreñimiento.
Es cierto que en muchos
casos se produce una asociación de las dos patologías: es lógico que una
persona obesa no lleve una alimentación adecuada y eso produzca el aumento de
peso y, además, un desorden en la evacuación de las heces. En este caso, claro
que hay que tratar el estreñimiento; pero en muchos casos, simplemente al
prescribir la dieta adecuada y cambiar los hábitos alimenticios y hacer un poco
de ejercicio, el estreñimiento desaparece. Si no es así, se pueden utilizar
algunas sustancias con poder laxante, pero con bastante precaución.
También hay que tener en
cuenta que una persona que esta intentando adelgazar y que no evacua bien
tiene, al fin y al cabo, un peso retenido en su abdomen que, cuando se sube a
la báscula, se va a sumar al peso real de su organismo y se va a producir, por
tanto, una toma de los datos errónea. Si la función intestinal de esta persona
se normaliza, el peso añadido de las heces no se sumara al suyo propio y el
dato será el adecuado, además de, por supuesto, el hecho de que la retención de
las heces produce un cierto grado de “intoxicación” desfavorable para el
organismo.
Pero lo contrario nunca es
cierto, es decir, una persona obesa, que esta siguiendo una dieta para
adelgazar y que tiene una buena función intestinal, si toma un laxante no va
adelgazar mas, sino que va a perder agua y heces, nunca grasa. Al subirse a la
báscula, el peso será menor, pero de forma artificial por la perdida de
liquido, con el consiguiente riesgo de deshidratación.
Además, la toma continuada
de laxantes puede producir con el tiempo una parálisis de la musculatura del
intestino, por lo que a la larga se producirá un estreñimiento pertinaz casi
imposible de tratar.
Os diré que esta
absolutamente contraindicado que en preparados para adelgazar aparezcan de
forma general sustancias laxantes, pues estas solo se utilizaran en las
personas que padezcan de estreñimiento y en ningún otro caso, tanto por los
efectos secundarios que pueden producir como por la ineficacia en un
tratamiento antiobesidad.
Las plantas con propiedades
laxantes mas utilizadas comúnmente son:
- ISPÁGULA:
Es un laxante mecánico, es decir, gracias a su riqueza en mucílagos
(fibra) es capaz de absorber agua y aumentar así el volumen de las heces.
También actúa disminuyendo la absorción de los hidratos de carbono, por lo
que tiene un cierto efecto regulador de la tasa de glucosa en sangre y una acción positiva como coadyuvante en las dietas de adelgazamiento. En
algunas personas puede producir meteorismos (gases) mas o menos molestos.
No debe emplearse en tratamientos prolongados ni en niños.
- FRÁNGULA:
Facilita el movimiento intestinal, por lo que esta indicado para
aquellas personas que necesiten facilitar la expulsión de las heces como,
por ejemplo, personas con fisuras anales, hemorroides, etc.; se emplea de
manera puntual en esas situaciones, pero nunca como tratamiento
continuado. Esta contraindicado en personas con enfermedades del colon y
en niños menores de doce años.
- BOLDO:
Es una planta que tiene un cierto efecto laxante, pero que se
utiliza sobre todo por su acción sobre la vesícula biliar.
- SEN:
Tiene efecto laxante porque aumenta la motilidad intestinal.
Tratamientos prolongados con esta planta pueden producir alteraciones
permanentes en los movimientos intestinales. no se debe utilizar nunca en
tratamientos que superen los siete o diez días. Se utiliza solamente de
forma puntual en casos de estreñimiento importante que no se resuelven de
otra manera. Esta contraindicado su uso en personas con enfermedades
inflamatorias del intestino, en el embarazo, en la lactancia y en niños.
- CASCARA SAGRADA: Al igual que el sen, debe utilizarse solamente de forma esporádica, nunca mas allá de diez días de tratamiento continuado. En usos mas prolongados puede producir deshidratación, con desequilibrio electrolítico (perdida a través de las heces de minerales imprescindibles para la vida), e irritación de la mucosa intestinal. Esta contraindicado en los mismos casos que el sen.