En este nuevo post os propongo una pedicura
diferente. Con todos los pasos de una pedicura profesional pero usando
ingredientes naturales y muy efectivos como aceites esenciales, arcilla y sal
del Himalaya que dejaran vuestros pies con un aspecto impecable.
QUITAR EL ESMALTE
El primer paso para hacer
una pedicura profesional,
antes de hacer otra cosa, es quitar el esmalte, si es que hay.
Por supuesto, mi consejo es que lo evitéis siempre que podáis recordad, que los esmaltes convencionales contienen grandes cantidades de formaldehido,
declarado oficialmente como cancerígeno por la OMS, además de otros tóxicos
como los ftalatos.
Si usáis esmalte al haceros
la pedicura, procurad que sea de procedencia ecológica, sin sustancias tóxicas.
DAR FORMA A LAS UÑAS CON LA
LIMA
Una vez que hayamos retirado
el esmalte, seguiremos haciendo la pedicura dando forma a
las uñas.
Para ello, cortar las uñas
que llevéis largas y usar una lima para darles forma. A mi personalmente me
gustan más las uñas cortas, tanto en las manos como en los pies, ya que ofrecen
un aspecto más natural y son más prácticas,
pero, desde luego, en los
pies la mejor opción es, sí o sí, llevarlas cortas. Por lo tanto, a no ser que
tengáis una forma extraña en la uña que requiera un corte especial, cortarlas al ras y simplemente dadle forma redondeada con la
lima para que no queden picos ni astillas.
PONER LOS PIES EN REMOJO CON
ARBOL DE TE
Para ello deberéis usar un cuenco grande donde os quepan los pies.
Llenarlo de agua templada o
caliente y añadir 5 gotas de aceite esencial de árbol del té. Este aceite esencial es uno de los aceites
esenciales imprescindibles en casa, tanto para el botiquín natural como
para el kit de belleza.
Este aceite esencial es uno
de los más poderosos desinfectantes, y en este caso lo usaremos para limpiar los pies en profundidad y evitar
hongos.
Deberéis deja los pies a remojo durante 5 minutos.
QUITAR LA CUTÍCULA
Ahora que la piel se ha
reblandecido, es el momento de eliminar la cutícula sobrante.
Aunque lo más normal es que en los pies la cutícula crezca normalmente, si veis
que la cutícula (la piel de las uñas) se mete bastante en las uñas y les hace
perder su forma, usar un cortacutículas para recortar las zonas sobrantes y
permitir así que la uña luzca completa.
Tener mucho cuidado al
realizar este paso de la pedicura, ya que podeis haceros daño al retirar más cutícula de la cuenta.
Hacerlo despacio y siempre con mucho mimo.
Una vez que hayais cortado
la cutícula, usar algún instrumento como un palito de naranjo para empujar lo
que quede hacia el nacimiento de la uña, es decir, para dejar al aire más
cantidad de uña (si no tieneis ningún instrumento, podeis hacerlo con las uñas
de la otra mano, simplemente se trata de empujar hacia el nacimiento de la uña
el trocito de piel que quede).
EXFOLIACION CON SAL DE
HIMALAYA Y ACEITE VEGETAL
Deberéis preparar en un cuenco 4 cucharadas de
vuestro aceite vegetal favorito. Los más indicados para hacer la pedicura son:
- Aceite
vegetal de aguacate.
- Aceite vegetal de rosa mosqueta.
- Aceite vegetal de germen de trigo.
- Aceite vegetal de jojoba.
Si no tenéis ninguno, usar
el aceite de oliva que tengáis para cocinar (son mucho mejores los que os
propongo, y además el de oliva huele, pero para el caso servirá).
Una vez añadido el aceite al
cuenco, añadir ahora dos o tres pelizcos de sal del Himalaya. De nuevo, si no
tenéis, podéis usar la sal de mesa común que tengáis para cocinar (la sal del
Himalaya tiene más propiedades).
Remover un poco y exfoliaros los pies con la mezcla de ambas
sustancias. Para ello, aplicar
la mezcla en el pie (extiéndelo bien por todas las zonas del pie, especialmente
las más resecas y endurecidas) y realizar pequeños círculos con los dedos de la
mano.
Cuando hayais terminado la
exfoliación, aclarar con agua abundante.
La exfoliación con estos
ingredientes no solo elimina las células muertas sino que ejerce una
hidratación profunda en la piel.
MASCARILLA CON ARCILLA Y
LAVANDA.
Ahora, una vez exfoliados
los pies, procederemos a regenerar las partes dañadas y a nutrir la piel en
profundidad.
Para ello, elaboraremos esta
mascarilla:
1º Añadir en un cuenco 2 cucharadas soperas de arcilla verde o arcilla blanca.
2º Añadir agua poco a poco e ir removiendo hasta que consigáis una
textura cremosa de mascarilla.
3º Añadir 5 gotas de aceite esencial de lavanda.
4º Aplicar la mascarilla en
los pies y dejar actuar durante 15 minutos.
5º Retirar con agua abundante.
El aceite esencial de
lavanda es otro de esos aceites que no puede faltar en casa
por su numerosas aplicaciones. De hecho, es el más importante y esencial de
todos, y el primero por el que yo recomiendo empezar siempre. En este caso, lo
usaremos para calmar la inflamación de los pies si existe y, sobre todo, para
regenerar las zonas dañadas.
Por su parte, la arcilla es otro de los elementos estrella cuando se trata de
cosmética natural. Su efecto en la piel es sorprendente, terapéutico, calmante
y, sobre todo, nutritivo.
Con todos estos pasos, nuestros pies ya
están desinfectados, limpios, relajados, hidratados y nutridos.