Las plantas diuréticas son
las que favorecen la eliminación del liquido corporal mediante la estimulación
del la función renal.
El riñón es el órgano
encargado de producir orina. La orina es la unión de determinadas sustancias de
desecho que el riñón extrae de la sangre y del agua, que sirve para diluir
estas sustancias. La orina fabricada por el riñón se acumula en la vejiga hasta
que hay una cantidad suficiente para ser expulsada al exterior.
Las personas que tiene
alguna alteración es esta función sí pueden necesitar del uso de diuréticos
para forzar la eliminación al exterior de ese liquido. También las personas que
padecen determinadas enfermedades cardíacas pueden precisar un tratamiento
diurético, puesto que el hecho de que su corazón no funcione bien hace que la
sangre no circule de la manera correcta y se relentice su paso por las venas;
esto hace que parte del liquido que forma la sangre salga de las venas y se
acumule en los tejidos, produciendo edemas (hinchazón), en los tobillos
especialmente, aunque también se pueden producir en otras zonas. En este caso,
forzar la función del riñón es beneficioso, pues se ayuda así a expulsar ese
liquido que se acumula de forma patológica en los tejidos.
Las personas que no
presentan problemas cardíacos, ni circulatorios, ni renales no precisan tomar diuréticos, pues la cantidad de agua que expulsa su riñón es la correcta, la
que se organismo necesita expulsar para que todas las funciones celulares se
den de manera correcta, si se utilizan diuréticos, lo que ocurre es que se
expulsa mas liquido del necesario y el organismo entra en déficit, pudiéndose
producir situaciones de deshidratación que pueden llegar a ser bastante graves.
Por otra parte, las personas
obesas cuando pretenden adelgazar, lo que deben perder es grasa, es decir, el
tejido adiposo que se acumula bajo la piel y produce el aumento de volumen del
cuerpo. La obesidad es una acumulación de grasa, y es esta la que debe ser
eliminada para conseguir la normalización del peso. Perder liquido supone
siempre una perdida de peso, pero no a costa de la grasa, por tanto, no se esta
tratando la obesidad. Si hacéis un tratamiento corto de diuréticos, cuando
dejéis de tomarlos volveréis a regular el liquido de vuestro cuerpo y, por
tanto, el peso volverá a ser el mismo que anteriormente. Si, por el contrario,
el tratamiento se prolonga, no perderéis grasa y podríais llegar además a una
grave situación de deshidratación.
Es muy común relacionar la
obesidad con la “retención de líquidos”. Es cierto que en algunas personas
puede coexistir ambos hechos, pero son independientes y se debe tratar cada uno
de la manera correcta, pero en ningún caso se trata del mismo proceso. En
muchas ocasiones, el utilizar plantas diuréticas en los preparados para
adelgazar tiene como único objetivo conseguir una perdida rápida de peso
(aunque no sea real) para crear una falsa sensación de efectividad y aumentar
de esta forma el consumo y, por lo tanto, la venta de estos productos.
Algunas de las planta
diuréticas mas utilizadas son:
- COLA DE CABALLO: Es una planta diurética que estimula la eliminación no solo
de agua, sino también de sodio y potasio a través del riñón. El expulsar
sodio y potasio puede ser beneficioso en algunas personas en las que,
efectivamente, haya una acumulación de estos, pero puede ser perjudicial
en personas que no necesiten eliminar estos iones. Se dice que la cola de
caballo es remineralízate, pues presenta una cantidad importante de
silicio, un mineral que es necesario para el organismo. No es recomendable
hacer tratamientos continuados con esta planta, especialmente en las
personas que sufran de cálculos renales.
- ORTOSIFÓN:
Es también una planta diurética. Al igual que ocurre con la cola de
caballo, no esta recomendado su uso de manera prolongada. Tampoco debe
utilizarse en niños o embarazadas.
En la naturaleza existen
numerosas sustancias que pueden ser beneficiosas en el tratamiento de la
obesidad. Algunas de ellas son capaces de disminuir la sensación de apatito,
otras aumentan la eliminación de grasas por parte del organismo, otras
disminuyen la absorción intestinal de grasas o hidratos de carbono, etc.
Pero no todas sirven para
todos los casos. Algunas son eficaces en ciertas personas y no en otras, y
además no todas están carentes de efectos secundarios o contraindicaciones.
Lo importante es conocer sus
características para aprovecharnos de sus propiedades beneficiosas sin
ocasionar ningún daño al organismo.
Es también es importante
tener en cuenta que, a menudo, se utilizan determinadas plantas en preparados
“para adelgazar” que realmente no sirven para este fin, y además pueden ser
perjudiciales en determinadas personas.
No hay que adelgazar a
cualquier precio. Es bueno para la salud que el peso sea el correcto, pero no a
costa de crear nuevos problemas de salud.
Una dieta adecuada, un poco
de ejercicio, son claves para ganar la batalla a la obesidad. La naturaleza
ofrece algunas ayudas muy interesantes que hay que aprovechar, pero siempre con
precaución y teniendo en cuenta las características personales de cada uno.