La arcilla tiene numerosas propiedades terapéuticas para la piel, pero para obtener los
mayores beneficios, es importante tener en cuenta algunas consideraciones
básicas.
USAR ARCILLA DE CALIDAD.
-
Arcilla en polvo.
La arcilla de mejor calidad es aquella que
viene en forma de
polvo, no en forma de crema. Las que ya vienen emulsionadas y
preparadas para aplicar en la piel contienen, al igual que casi todos los
productos de cosmética industriales, un sinfín de sustancias químicas muy tóxicas que reducen las propiedades y
beneficios de la arcilla. Además, la arcilla en polvo, no caduca.
-
Recipiente de cartón.
Al comprar la
arcilla, procurar elegir una firma que no la incluya en un
recipiente de plástico que deje residuos. Las de mejor calidad vienen
empaquetadas en sobres de
cartón o papel
grueso.
-
El color de la arcilla.
El color de la
arcilla no es, en
realidad, demasiado importante, puesto que todos los tipos de arcilla tienen
similares
características. La arcilla verde
o la arcilla blanca son la mejor opción para empezar a experimentar.
-
El establecimiento.
La mejor opción para comprar la arcilla es hacerlo en una tienda de productos ecológicos o un herbolario de confianza.
RECIPIENTES Y UTENSILIOS PARA LA ARCILLA.
-
Utilizar siempre recipientes
de madera, vidrio o cerámica (nunca
plástico o metal).
-
Para remover la
arcilla con el
líquido conductor utilizar utensilios de
madera y evitar
los cubiertos de metal que utilizamos normalmente en la cocina.
COMO APLICAR LA
ARCILLA.
-
Directamente sobre la piel.
Bien en forma de polvos de talco o bien empapando una toalla con
agua manchada de arcilla. En ambos casos no es necesario lavar la piel después
de la aplicación, ya que quedará limpia, desinfectada y perfectamente nutrida.
- Mascarilla o
cataplasma.
Para usarla en forma de mascarilla o cataplasma, tendremos que
emulsionarla con algún líquido. La forma más sencilla es mezclarla con agua (mejor sin cloro o agua de mar) hasta que consigáis la textura deseada. ¡Así
de fácil! Luego simplemente tendréis que aplicarla, dejarla actuar y retirar
con agua abundante.
-
Otra posibilidad, mejor incluso, es combinarla con otros ingredientes naturales que
refuercen su efecto y el tratamiento que estemos llevando a cabo. Para que
podáis saber cómo combinarla con otros ingredientes naturales, creare otra
entrada para explicaros cómo
elaborar mascarillas o emplastos caseros.
LOS MEJORES INGREDIENTES
PARA LAS ARCILLAS.
Ya hemos visto que la arcilla,
por sí sola, tiene muchas cualidades cosméticas y terapéuticas, pero las propiedades de la arcilla siempre se verán
incrementadas si
elaboramos mezclas personalizadas utilizando otros ingredientes naturales. Los mejores son:
-
Aceites vegetales.
-
Aceites esenciales.
-
Frutas.
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Harinas de cereales.
-
Infusiones.
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Miel.
-
Hidrolatos.
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Agua de mar.
Conviene
que sepáis las características particulares de cada uno de estos elementos para
conseguir que la mezcla en su conjunto trabaje en la misma dirección. Por
ejemplo, si lo que queréis es enfriar una zona, desinflamarla y calmarla,
procurar elegir sustancias que enfríen y no aumenten el riego sanguíneo, pues
ello congestionaría más la zona afectada. En los post con las etiquetas aceites esenciales y aceites
vegetales encontrareis la información precisa de cada uno de ellos para
que, poco a poco, conozcáis sus propiedades particulares y podáis elaborar
vuestros propios remedios y cosméticos caseros.
Aprender las características
de todos estos elementos de la naturaleza lleva su tiempo, pero disfrutareis en el proceso y sin
duda se convertirá en una alternativa personalizada que os reportará grandes beneficios.
ARCILLAS
SOLEADAS.
Todas las personas expertas en el tema aconsejan
exponer la arcilla a los rayos solares antes de su utilización. No os preocupéis
si os da pereza o no tenéis tiempo; la arcilla es una sustancia muy
polifacética terapéuticamente hablando. Pero si disponéis de unos minutos, la exposición a los rayos solares reforzará su
poder de acción.
EL USO TERAPÉUTICO.
Si utilizáis la arcilla para tratamientos analgésicos y antiinflamatorios de
diferentes afecciones (problemas musculares, articulaciones, tendinitis,
tumores, etc). tendreis que tener en cuenta:
-
Las
reacciones adversas.
Al igual que cualquier
remedio natural, podréis sufrir algún tipo de reacción adversa, sobre todo al principio y muy particularmente si vais a aplicarla sobre órganos relevantes o
zonas muy afectadas. Muchas veces, cuando un tratamiento está resultando efectivo,
los síntomas se manifiestan con más intensidad de lo normal. En caso de dudas sobre si está resultando beneficiosa o no para vuestro
organismo, buscar asesoramiento profesional especializado para vuestro caso
específico.
-
En
heridas abiertas.
Si vais a aplicarla sobre
una herida abierta, podéis mezclarla con agua o con el jugo de un limón y
añadir unas gotas de aceite esencial de lavanda o árbol del té. Así conseguiréis una mayor desinfección.
-
Restos de
arcilla en la piel.
Si después de retirar con
agua os queda algún resto de arcilla, no debéis preocuparos. Incluso aunque se
trate de una herida abierta esos restos de arcilla seguirán actuando y ayudando
a las células en su regeneración.