La arcilla es una sustancia extraordinariamente terapéutica en muchos sentidos (desinfectante,
revitalizante, remineralizante, calmante, etc) y sus aplicaciones en la piel
ofrecen resultados evidentes de manera casi inmediata. Aunque todas las arcillas tiene propiedades muy
similares, cada una de ellas está indicada, o suele usarse, con
fines determinados. En esta entrada, os explicare primero cómo usar la arcilla
blanca y, luego, en qué
casos está indicada dicha arcilla.
COMO USAR LA ARCILLA BLANCA.
La forma más eficaz de
utilizar la arcilla blanca de forma
tópica (en la piel) es usarla en forma de mascarilla o emplasto. Para ello tenéis dos opciones:
- Sola.
Para usar la arcilla blanca sola, simplemente mezclar la arcilla blanca en polvo con
agua hasta que consigáis una textura cremosa, aplicar y dejar actuar durante 20
minutos. Luego retirar con agua abundante, tonificar con un hidrolato natural y aplicar vuestra crema natural para hidratar y nutrir. (En próximas
entradas os proporcionare recetas de cremas naturales hidratantes de pendiendo
del tipo de piel).
- Con otros ingredientes naturales.
Este es el sistema que os recomiendo, ya que la acción de la arcilla se refuerza cuando la combinamos con otros ingredientes
naturales para la piel elaborando
mascarillas o emplastos caseros naturales. De todos los productos naturales para la piel que podemos usar, los aceites vegetales, los esenciales y las frutas son los
que mejor sinergia hacen con
la arcilla blanca.
TRATAMIENTO DE PIELES SECAS
O ENVEJECIDAS.
La arcilla blanca está
especialmente recomendada en el tratamiento de pieles secas,
envejecidas o con arrugas. Efecto tensor inmediato (efecto lifting natural).
-
Deja la piel
fresca, tersa y rejuvenecida.
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Aporta numerosos minerales y otros nutrientes imprescindibles
para la piel.
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Baja la inflamación.
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Descongestiona.
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Depura las
capas profundas de la piel.
-
Estimula la regeneración del tejido.
EDEMA, CELULITIS Y PIERNAS
CANSADAS.
Para el tratamiento de
retención de líquidos, celulitis, piernas cansadas
o varices, la forma más eficaz de utilizar la arcilla blanca es en
forma de emplasto. La diferencia entre la mascarilla y el emplasto reside en la
cantidad de arcilla que se usa. Las mascarillas son más
fluidas, mientras que los emplastos son más
densos. En cualquier caso, la forma de hacerlos es la misma: mezcla la arcilla
con agua hasta conseguir una textura cremosa, aplícala en la piel, déjala
actuar durante 15 o 20 minutos y retira con agua abundante. Sus efectos son:
-
Genera frío.
-
Descongestiona el sistema linfático y sanguíneo.
-
Depura las
zonas internas.
-
Reduce la inflamación.
-
Estimula la regeneración celular.
Estos son algunos de los
elementos con los que podréis mezclar la arcilla para estos casos.
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Aceite esencial de ciprés.
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Aceite esencial de geranio.
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Aceite esencial de lavanda.
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Aceite esencial de tomillo.
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Aceite esencial de menta.
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Aceite vegetal de centella asiática.
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Aceite vegetal de sésamo.
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Aceite vegetal de rosa mosqueta.
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Algas.
La mejor forma de llevar a
cabo estos tratamientos es aplicar primero el emplasto de arcilla (dejar
actuar y retirar con agua a los 20 min.) y luego tonificar la piel con un
hidrolato y aplicar un producto natural a base de aceites vegetales y
esenciales que hidrate y nutra la piel y que, además, refuerce el tratamiento.
Para ello, comentare en próximas entradas como preparar productos caseros para varices y circulación, para retención de
líquidos y para celulitis. Y esto
funcionara muchísimo mejor si lo
combináis con un automasaje y vendas frías.
TRATAMIENTO DE PIELES
SENSIBLES Y DAÑADAS.
Tanto si se trata de una enfermedad de la piel como psoriasis, dermatitis, quemadura o
herida, la arcilla blanca es un
bálsamo calmante que proporciona un alivio inmediato. En el tratamiento para pieles sensibles, conviene
aplicarla en forma de mascarilla ligera (fluida)
que tiene los siguientes efectos:
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Calma el dolor.
-
Reduce el picor.
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Proporciona frescor y alivio.
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Baja la inflamación.
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Regenera el
tejido dañado.
Estos son los elementos con
los que podéis combinar la arcilla blanca en estos casos:
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Aceite esencial de lavanda.
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Aceite esencial de manzanilla
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Aceite esencial de jazmín.
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Aceite vegetal de caléndula.
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Aceite de neem.
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Aceite vegetal de sésamo.
En próximas entradas
explicare cómo elaborar una crema natural para
dermatitis o os daré un remedio casero para heridas y quemaduras.
RECOMENDACIONES EN EL USO DE
LA ARCILLA BLANCA.
Estas son algunas indicaciones para
obtener el máximo beneficio de las
propiedades de la arcilla blanca:
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Conviene comprarla siempre en
forma de arcilla pura en polvo, no en forma de crema ya emulsionada. Las cremas ya
emulsionadas han perdido parte de sus propiedades, son más caras, tienen fecha
de caducidad y contienen ingredientes químicos.
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Procurar adquirir una arcilla
cuyo recipiente sea de cartón, no de plástico.
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Procura que la arcilla tenga procedencia ecológica o sello
que certifique su calidad.
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Una forma de reforzar sus
propiedades es exponer la arcilla a los rayos del sol durante unos minutos antes de su aplicación.