La mayoría de las mascarillas
industriales son
prácticas y cómodas de utilizar puesto que, como ya vienen preparadas, no hemos
de perder el tiempo en elaborarlas. Sin embargo, esta practica tiene un precio:
el alto contenido de sustancias químicas,
aditivos y conservantes que penetran en nuestro organismo a través de los poros
de la piel.
En cambio, las
mascarillas caseras hechas con productos naturales no contienen sustancias
tóxicas y, aunque
en principio pueda darnos pereza elaborarlas, lo cierto es que apenas os llevará unos minutos y os asegurareis de proporcionar a
vuestra piel unos nutrientes acordes a vuestras necesidades específicas.
Estas mascarillas tienen, además, la ventaja de resultar mucho más económicas, puesto que se trata
de productos de cocina que trabajamos habitualmente y, por tanto, nos resultan
muy familiares.
Os invito a que conozcáis
cuales son los pasos, y el orden que debéis llevar, para que podáis elaborar mascarillas caseras naturales.
LOS PREPARATIVOS.
1º Los ingredientes:
Es importante elegir bien los ingredientes con los que vais a
elaborar vuestra mascarilla
casera ya que,
dependiendo del tipo de piel que tengáis, debéis seleccionar elementos que actúen en sinergia,
es decir, que tengan propiedades similares y actúen en la misma dirección. Por
ejemplo, si tenéis la piel acnéica, buscareis ingredientes astringentes,
desinfectantes y depurativos que regulen la producción de grasa en la
piel. Pero si tenéis la piel sensible, lo mejor será elegirlos con propiedades
antiinflamatorias, calmantes y regeneradoras. Es decir, es importante conocer las propiedades de cada uno de los
elementos que
vamos a incorporar.
2º El sitio, el lugar y el
ambiente:
Igualmente importante, es elegir un día de la semana que podamos
dedicarnos con mimo al cuidado personal. Mi consejo es que elaboréis y apliquéis
vuestras mascarillas de belleza con tiempo y que, además de cuidar vuestra
piel, sea también un acto de cuidado
personal integral. Buscar un momento que podáis disfrutar en soledad, poner vuestra música favorita, prepararos una infusión que
os guste y disfruta de vuestro
momento.
3º Los utensilios:
Mi última sugerencia, en cuanto a los preparativos, es que elaboréis
la mascarilla en la cocina y que uséis, siempre que sea posible, elementos de madera o barro, en
lugar de plástico o metal para no destruir o alterar las propiedades de los
ingredientes que vamos a usar.
EL ORDEN DE LOS INGREDIENTES.
El orden de los ingredientes
es importante dependiendo de cuáles vayais a usar, para no terminar haciendo un poupurri apelotonado que
resulte poco práctico o incómodo en la
piel.
Voy a sugeriros un orden,
dependiendo de qué ingredientes vayáis a usar:
- Si la base es de arcilla.
Si vais a elaborar vuestra mascarilla con arcilla, será el primer ingrediente que tengais que preparar
y sobre él, los demás. Para ello, mezclar una cucharada sopera de arcilla en
polvo con agua (agua
común o mejor aún, agua de mar o una infusión con una planta cuyas propiedades os
interesen) en un recipiente hasta que consigáis una textura cremosa que podáis
aplicar en la piel (como la textura que suelen tener las mascarillas
industriales). Recordar que podeis corregir la textura añadiendo más agua para
diluir o más arcilla para espesar. La cantidad no es importante (solo
que si haceis de más os sobrará y si haces de menos, os quedará escasa en la
piel). Una vez que tengais esta base, podréis ir añadiendo el resto de
ingredientes.
- Si la base es de frutas.
Si la base va a ser de frutas en lugar de arcilla, lo primero que tendréis que
hacer es batir las que vayais a usar y echar el puré en un recipiente en el que
iréis añadiendo el resto de ingredientes. Si queréis usar tanto frutas como arcilla, no importa el orden. O bien preparais primero la
crema de arcilla y añadís la fruta o al revés.
- Si la base es de yogur.
Puesto que la textura del
yogur no ofrece problemas a la hora de aplicarlo, lo quedéis usar solo o como base combinado con otros ingredientes. Si lo queréis usar
con arcilla o frutas, primero preparar la arcilla o las frutas y luego añadir
el yogur.
- Si vais a usar miel.
Si vais a usar miel, lo primero que tendréis que hacer es añadir una
cucharadita pequeña en un poco de agua caliente para que se disuelva. Luego, añádirla a la base (de arcilla o de frutas,
de ambas o de yogur).
- Si vais a usar otros
ingredientes.
Si vais a usar cualquier
otro ingrediente, este es el momento de añadirlo (algas, huevo batido,
etc).
- Si vais a usar aceite
vegetal.
Mi consejo es que, una vez terminada la mascarilla, añadáis aceites vegetales y aceites esenciales por sus fabulosas propiedades beneficiosas para la
piel. Añadir primero una cucharada sopera (o más) del aceite vegetal que más os guste.
· Si vais a usar aceites
esenciales.
Para usar aceites esenciales
es muy importante conocer las propiedades particulares de cada
uno y tener en cuenta algunas precauciones
importantes. Los aceites esenciales son
magníficas herramientas terapéuticas para mejorar arrugas, acné, varices, retención de líquidos,
hidratar pieles secas, calmar pieles sensibles o
regular el sebo de las pieles grasas. Así que os
recomiendo que, en todas vuestras mascarillas, añadáis unas gotas del aceite esencial que os
interese. Eso sí, informaros de sus propiedades. Para incorporar el aceite esencial, añadir de 3 a 5 gotas en total, siempre al final, después de añadir todos los demás
ingredientes.
Evidentemente estas son solo algunas sugerencias, ya que las mascarillas se pueden hacer de mil maneras diferentes. Os sugiero estas para que tengáis algo por donde empezar. En realidad, os animo a que experimentéis y probéis vuestros propios trucos.