Para utilizar los aceites
esenciales y sus múltiples propiedades con seguridad, es necesario conocer
algunas precauciones y recomendaciones de uso de cada uno de los aceites
esenciales, así como una óptima conservación para prolongar la duración de
nuestros aceites esenciales.
Antes de empezar y para que entendáis bien todo
lo que voy a explicar, es muy
importante que antes sepáis distinguir entre los aceites vegetales y los
aceites esenciales. Para ello, os recomiendo que leáis
las siguientes entradas: Qué son los aceites vegetales y Qué son los aceites esenciales, ya que es primordial
distinguirlos y conocerlos.
Empezamos...
SUSTANCIAS CONDUCTORAS.
Los aceites esenciales son
sustancias muy complejas y concentradas que siempre deben ser diluidas en otra
sustancia conductora. Las mejores son:
- Aceites
vegetales.
Es
la mejor opción, ya que los
aceites esenciales se diluyen perfectamente en ellos. Las mezclas realizadas
con aceites vegetales y esenciales tienen aplicaciones particularmente prácticas y efectivas en el ámbito
de la cosmética natural, tanto para elaborar vuestros propios cosméticos caseros como cremas naturales con
cera de abejas. Lo mejor de esta opción,
es que podéis usar las propiedades de cada uno de ellos para elaborar productos completamente personalizados, tanto para cosmética como para aplicaciones
terapéuticas, por ejemplo, varices, retención de líquidos, etc.
- Arcillas.
Las propiedades de la
arcilla se complementan perfectamente con los aceites esenciales. La principal aplicación que tiene mezclar aceites esenciales y
vegetales con los distintos tipos de arcilla es para elaborar mascarillas caseras o emplastos terapéuticos. Como ejemplo, podréis ver en el post -Que son
los aceites vegetales- una receta para elaborar una mascarilla casera
para celulitis. Recordad que para mascarillas, también conviene
añadir las mejores frutas para la piel.
- Alcohol.
Si diluimos los aceites
esenciales en alcohol, entonces obtendremos una tintura.
- Otros.
También podemos combinar
distintos métodos, o simplemente utilizar cierto aceite esencial por sus
características (desinfectante, antiinflamatorio, etc) añadiendo agua, vinagre, etc. Los aceites esenciales nunca se disuelven por completo en agua o
vinagre pero nos puede servir para determinadas aplicaciones.
En próximas entradas os
enseñare a elaborar remedios caseros para el dolor de cabeza por ejemplo o a
elaborar productos de limpieza.
Aunque siempre conviene diluir cualquier aceite esencial en una
sustancia conductora, existen
tres excepciones; tres aceites muy suaves (que son los primeros con los que os
aconsejo experimentar) que se pueden emplear directamente en la piel, sin
diluir y que son: lavanda, manzanilla y árbol del té. No obstante, con todos los aceites esenciales, conviene hacer una prueba primero en el
antebrazo poniendo una gota, para saber que no se sufren alergias o intolerancias.
DOSIFICACIÓN DE LOS ACEITES
ESENCIALES,
De manera general, la dosificación a la
hora de elaborar una mezcla para utilizar de forma tópica (sobre la piel) ha de
ser:
-
98% de sustancia conductora.
-
2% de aceite esencial.
Para que os hagáis una idea,
en un recipiente de 30ml, lo llenaríamos de la sustancia conductora, y
añadiríamos 15 gotas de aceites esenciales (uno o una mezcla de varios de ellos). Esta fórmula sirve para personas adultas y
sanas. En general, los bebés y menores de 2 años, así como las embarazadas y
mayores de 80, deberían usar la mitad o un
tercio de la dosis de adultos (un 1% o un 0.5%). Este es el motivo por el que
todos los aceites esenciales que encontramos en el mercado llevan incorporado en
el recipiente un cuentagotas que permite ajustar la cantidad justa y necesaria
para cualquier tipo de aplicación.
Si vais a usar aceites esenciales que no
vais a aplicar en la piel (por ejemplo para ambientar el hogar, o para hacer un
producto de limpieza casero) no es necesario que tengáis en cuenta estas dosis.
Usar lo que necesitéis, dependiendo de la cantidad de aroma que os guste.
PRECAUCIONES DE USO EN LOS
ACEITES ESENCIALES.
- No ingerir.
Aunque algunas corrientes de medicina alternativa y aromaterapia utilizan
los aceites esenciales como tratamiento por vía interna, no es aconsejable bajo
ningún concepto ingerir un aceite esencial sin supervisión médica
especializada. En caso de accidente, hay que acudir de inmediato a un centro
hospitalario.
- No aplicar directamente
sobre la piel.
Como os he explicado antes, los únicos aceites esenciales que se pueden usar directamente sobre
la piel son los de lavanda, árbol del té y manzanilla (aunque, para mayor
seguridad, aún con estos aceites
esenciales, debemos hacer un testeo y comprobar en el antebrazo que no
tengamos alergia o intolerancia). El resto,
deben diluirse en una sustancia conductora como aceites vegetales, arcillas,
agua, o alcohol.
- No poner en contacto con
los ojos.
Casi todos los aceites
esenciales, al ser esencias tan concentradas, son irritantes, de forma que si
accidentalmente nos tocamos un ojo después de haber manipulado un recipiente
con aceites
esenciales, es bastante probable que nos escueza. Si esto
ocurre, debemos aplicar una generosa dosis de aceite vegetal (por ejemplo aceite de oliva) con un algodón sobre el ojo tratando de
arrastrar los restos del aceite esencial y luego aclarar con agua abundante.
- Embarazadas, bebés, y
ancianos.
En estos tres casos, al margen de reducir la dosis, es mejor
limitarse a los aceites
esenciales más seguros, que son la lavanda, el árbol del té y
la manzanilla (a excepción de las embarazadas que también deben evitar la
manzanilla), ya que, si no conocemos en profundidad las características
particulares de cada aceite esencial, podemos cometer el error de usar alguno
con propiedades emenagogas, es decir, que aumente el flujo sanguíneo en el área
de la pelvis, fomentando la menstruación, que suba la presión arterial o que
nos descompense el sistema nervioso. Antes de usar un aceite esencial, aseguraos de
sus propiedades, indicaciones y contraindicaciones.
- Problemas neurológicos y
coronarios.
Las personas que sufren alteraciones neurológicas o coronarias
también deben limitarse a los tres aceites esenciales anteriormente mencionados
por las mismas razones.
- Aceites
fotosensibilizantes.
Los aceites
esenciales que provienen
de frutos cítricos como el limón, la naranja o la bergamota tienen un efecto fotosensibilizante. Esto quiere
decir que si nos los aplicamos en la piel y luego tomamos el sol, puede
causarnos manchas o leves quemaduras. Por lo tanto, es mejor limitar su uso a
los meses de invierno y procurando no tomar el sol en las siguientes horas
después de haberlos aplicado. El oleato de Hipérico también es
fotosensibilizante.
CONSEJOS PARA CONSERVAR LOS ACEITES ESENCIALES.
Teniendo en cuenta algunas
consideraciones básicas, conseguiremos que los aceites esenciales que
acumulemos en nuestro botiquín natural casero nos duren mucho más tiempo. Un
aceite esencial, si se conserva en buenas condiciones ambientales, puede tener
una duración de hasta cuatro años,
manteniendo todas sus propiedades en perfecto estado.
Las tres condiciones indispensables para que
esto ocurra es que la esencia no reciba calor, luz ni oxígeno.
Para ello, debemos
conservarlo en un recipiente de vidrio opaco (nunca de plástico) dentro de un
armario cerrado para evitar que reciba luz.
Además es importante que
sepamos que la habitación donde lo guardamos no concentre un calor excesivo en
los meses de verano. Uno de los lugares más idóneos suele ser el armario del
cuarto de baño, puesto que muchas veces cuenta con ventanas pequeñas y suele
dar a la zona interior de la vivienda.
Cada vez que vayamos a
utilizar el aceite esencial, debemos asegurarnos de mantener abierto el
recipiente el menor tiempo posible, ya que el aceite esencial se volatiliza en cuanto entra en contacto con el ambiente, de modo que si lo mantienes
abierto durante unas horas, el aceite se evaporará por completo y desaparecerá
(si es de buena calidad).
ACEITES DE CALIDAD.
Uno de los primeros indicadores para saber si un
aceite es de calidad (tanto vegetal como esencial) es que no tenga un precio
sospechosamente barato. Por otra parte, el precio de cada aceite es diferente… desconfiar de las tiendas en las que todos cuestan lo mismo.