Translate

domingo, 26 de abril de 2015

DESMAQUILLANTE NATURAL


En este nuevo post os voy a explicar como elaborar un desmaquillante natural supereficaz con todas las propiedades regeneradoras y depurativas de los elementos naturales que vamos a utilizar.

Hacerlo os llevará dos minutos y una vez que lo probéis… ¡ya no querréis usar otra cosa!

INGREDIENTES Y UTENSILIOS.

Para hacer este desmaquillante natural os propongo unas cantidades concretas para que os dure, aproximadamente, tres meses. Evidentemente podéis usar otras cantidades usando las proporciones que os indico.

Para hacerlo necesitareis:

-   Un recipiente vacío de 50ml.

Este recipiente vacío lo usaremos para conservar el desmaquillante. Conviene que sea de vidrio opaco (vidrio oscuro) para que las propiedades de los ingredientes se conserven en buen estado durante más tiempo. Para un uso óptimo, os recomiendo que lo utilicéis con una bomba dispensadora para utilizar la cantidad justa (presionando un par de veces) y que el desmaquillante con textura de serúm salga con facilidad. Aunque si no podéis conseguirlo, no es imprescindible.

-   50ml de un aceite vegetal.

Dependiendo del tipo de piel que tengáis, tendreis que usar un aceite vegetal u otro. Para piel seca, usar aceite vegetal de aguacate. Para piel grasa, acnéica o mixta, aceite vegetal de jojoba. Para piel sensible, aceite vegetal de caléndula.

-   50ml de un hidrolato.

Al igual que con el aceite, dependiendo de vuestro tipo de piel, deberéis usar un hidrolato u otro. Para piel seca, usar hidrolato de jazmín. Para piel grasa, acnéica o mixta, hidrolato de tomillo. Para piel sensible, hidrolato de manzanilla.

-   Opcional: Aceites Esenciales.

En realidad, los dos anteriores ingredientes son los únicos necesarios, pero opcionalmente, podéis añadir 25 gotas de un aceite esencial. Para piel seca: aceite esencial de lavanda. Para piel grasa, acnéica o mixta, aceite esencial de geranio. Para piel sensible, aceite esencial de manzanilla.

COMO HACER EL DESMAQUILLANTE NATURAL.

Para hacer este eficaz desmaquillante, deberéis seguir estos pasos:

  • Abrir el recipiente vacío de vidrio opaco.
  • Llenarlo hasta la mitad con el aceite vegetal sugerido según tu tipo de piel.
  • Llenar la otra mitad con el hidrolato sugerido según tu tipo de piel.
  • Añadir, opcionalmente, 25 gotas del aceite esencial sugerido según vuestro tipo de piel.
  • Agitar y… ¡Listo!
Si utilizáis cantidades diferentes, la proporción es la siguiente: la mitad de aceite vegetal, la mitad de hidrolato y un total de gotas de aceite esencial que se corresponda con la mitad del recipiente en ml (es decir, para 100ml 50 gotas; para 50ml 25gotas; para 30ml 15 gotas, y así sucesivamente).

Veréis cómo al principio, al rellenar el recipiente, el agua del hidrolato quedará separada del aceite, pero en cuanto agitéis, se mezclarán en un fluido.
Agitarlo levemente cada vez que vayáis a utilizarlo para que los dos ingredientes principales se mezclen.

COMO APLICARLO.

Os recomiendo que utilicéis este desmaquillante natural por la noche, para desmaquillar o eliminar la suciedad del rostro (o cada vez quierais limpiar la cara).

Para ello seguir estos pasos:

  • Agitar el recipiente.
  • Presionar un par de veces la bomba dispensadora para obtener la cantidad necesaria (aproximadamente una cucharadita de postre del fluido). Obviamente es una propuesta, utilizar lo que consideréis necesario o lo que necesitéis dependiendo de la cantidad de maquillaje o suciedad que haya en la piel (la misma cantidad que uséis normalmente con cualquier leche limpiadora).
  • Aplicarla directamente por el rostro con las manos realizando un pequeño masaje (no tengáis miedo de ensuciar la cara). Hacerlo igual que lo haríais con una leche limpiadora industrial.
  • Retirar los restos de maquillaje o suciedad con un algodón. Si todavía quedan restos, repetir el proceso (poner desmaquillante, extender con masaje y retirar con algodón).
  • Cuando ya no queden restos en el algodón, lavaros la cara con agua.
  • Secaros suavemente con una toalla y no apliquéis nada más.
  • Este producto hidrata aunque os hayáis lavado con agua.
  • No es necesario aplicar ningún otro cosmético, ya que conviene dejar la piel respirar durante la noche.
COMO CONSERVARLO.

Para conservar en buen estado este desmaquillante, deberéis tener  en cuenta estas indicaciones:

  • Utilizar un recipiente de vidrio oscuro para que los ingredientes reciban la menor cantidad posible de luz.
  • Guardarlo en un sitio oscuro y fresco (el armario del baño en un buen lugar).
  • Los aceites vegetales así como los hidrolatos tienen una caducidad de entre 5 meses y un año. No obstante, la mejor manera de saber si aún conserva todas sus propiedades es el olor. Cuando aparezca cierto olor a rancio, es que ha caducado. Aún así, todo el problema es que habrá perdido propiedades. No hay peligro de utilizarlo unos meses después de haberse caducado.
PROPIEDADES DE LOS INGREDIENTES.

  • Aceites vegetales.
Los aceites vegetales son auténticas joyas de la cosmética natural. Son los verdaderos sustitutos de las cremas industriales por su inmensa capacidad para hidratar y nutrir la piel de manera completamente natural sin sustancias químicas tóxicas presentes en la cosmética industrial. No tengáis miedo de su textura aceitosa, los aceites vegetales no dejan la piel grasa en absoluto, de hecho, la regulan.

  • Hidrolatos.
Un hidrolato es el resto acuoso en el proceso de destilación de un aceite esencial y son los que se conoce como aguas florales. Su uso más común es como tónico facial, aunque tienen otras muchas aplicaciones.

  • Aceites esenciales.
Los aceites esenciales destacan por su gran contenido en principios activos medicinales y los podemos usar, en general, para enriquecer los cosméticos usando sus aplicaciones medicinales para nuestras afecciones. Por ejemplo para acné, retención de líquidos, varices, arrugas, etc.

miércoles, 22 de abril de 2015

TIPOS DE PIEL



Para elaborar vuestro propio tratamiento natural, debéis conocer bien vuestro tipo de piel. Sólo así la cosmética natural os puede aportar los mejores resultados. En este post os ayudo a que descubráis en qué tenéis que fijaros para saber vuestro tipo de piel.

La mayoría de las veces tenemos zonas en el rostro y en el cuerpo con texturas y características diferentes: zonas más secas y agrietadas y zonas más grasientas con el poro más abierto. Suele hablarse de pieles mixtas, pero si seguimos ese criterio todas las pieles son, en realidad, mixtas.

Para seleccionar los mejores productos naturales para la piel, vamos a tener en cuenta unas pautas básicas que definan el estado general y las propiedades de vuestra piel, y así poder elegir sustancias que equilibren y mejoren ese estado de manera global, sin tener en cuenta esas pequeñas zonas que, por la razón que sea, presentan un aspecto diferente.

Teniendo en cuenta la consistencia y las particularidades del poro, todas las pieles, de manera general, se pueden englobar en dos categorías: pieles secas y pieles grasas. Las pieles sensibles son un asunto que nada tiene que ver con la consistencia y, sean sensibles o no, también pertenecen a uno de estos dos grandes grupos. Más delante os hablare de ellas.

PIELES SECAS.

Debemos referirnos a las pieles secas como pieles finas, en realidad, ya que este tipo de pieles pueden mantenerse hidratadas y en perfecto estado. Lo importante es saber si pertenecéis a este grupo, tengáis o no la piel hidratada.

Para ello, tenéis que tener en cuenta las características que definen a las pieles secas:

  • La piel seca es un tipo de piel con una consistencia muy fina. Al pellizcar la piel del rostro con las manos descubrimos que hay poca cantidad de piel entre los dedos y poca cantidad de sebo en el interior.

  • A la piel seca le cuesta retener la humedad y tiende a la sequedad agrietándose o perdiendo el brillo rápidamente con cualquier manifestación climatológica (frío, calor, sol, viento).

  • Las pieles secas tienen por lo general el poro muy cerrado en la parte central de la cara. En cambio, pueden presentar poros más abiertos y sucios en la zona de la nariz o la barbilla. Por tanto, la mejilla es un buen lugar para determinar si se trata de una piel seca observando si presenta poros muy cerrados en la parte central de la cara.

  • Este tipo de piel tiende a generar arrugas con rapidez, ya que al tener una inferior capacidad para retener la humedad, las capas profundas se ven privadas de este elemento fundamental para regenerarse eficazmente. Además, el sebo es uno de los factores que hacen que la piel se mantenga firme y resistente al paso del tiempo, y estas pieles tienen menos cantidad de sebo en las capas profundas que las pieles grasas.

  • Son pieles que, en circunstancias de higiene óptimas, no tienden a la suciedad en el poro. Al tener el poro cerrado, si mantenéis un estilo de vida saludable en la alimentación, el ejercicio y los cuidados específicos diarios, la suciedad del exterior no penetra con facilidad dentro del poro, y por lo tanto son pieles que suelen mantenerse limpias.

  • Al tener menos cantidad de sebo y una consistencia ligera, tienen cierto aspecto de transparencia que deja entrever, en muchos casos, las ramificaciones venosas más superficiales.

PIELES GRASAS.

Las pieles grasas presentan características totalmente opuestas a las pieles finas. Al igual que antes, no os preocupéis si no presentáis de manera exacta todas las definiciones que os dare a continuación, ya que determinadas zonas pueden ofrecer un aspecto diferente. De manera general, las pieles grasas se presentan de esta forma.

  • Se trata de pieles con una consistencia muy gruesa. Al pellizcar una parte del rostro, especialmente las mejillas, notareis que la piel grasa tiene una textura recia, mullida y firme. Estas pieles contienen buenos niveles de sebo en la hipodermis que es el responsable de esta textura.
  • Las pieles grasas tienden a mantenerse hidratadas e incluso cuando hay exceso de sebo, expulsan al exterior las cantidades sobrantes en forma de grasa o sudor. Por lo tanto, se trata de pieles que se mantienen brillantes (a veces en exceso) y que son proclives a la sudoración fácil.
  • En la piel grasa, el poro suele mostrarse abierto y se ve con facilidad incluso en la zona de las mejillas.
  • Puesto que tienen el poro muy abierto y además tienden a expulsar al exterior la grasa sobrante, se trata de pieles con tendencia a la suciedad. Los poros se ensucian con rapidez y por lo tanto son muy sensibles a la contaminación ambiental y a los hábitos de vida poco saludables (alimentación, ejercicio y cuidado diario). Estas son las razones por las que el acné suele aparecer con mayor frecuencia en este tipo de pieles.
  • La piel grasa cuenta con mayor ventaja cuando se trata del paso del tiempo, ya que el sebo y su buen nivel de hidratación hacen que el tejido se mantenga más firme que en las pieles secas y por lo tanto desarrolla menos arrugas.

PIELES SENSIBLES.

Hace unos años apenas se oía hablar de las pieles sensibles, pero gracias a las muchas sustancias químicas y tóxicas que nos rodean por todas partes, cada vez son más las personas que desarrollan alergias e intolerancias a todo tipo de sustancias, sean naturales o no lo sean.

Hay que tener en cuenta que la consistencia y las características particulares de una piel no tienen nada que ver con esto. Tanto las personas con pieles secas como grasas pueden desarrollar una sensibilidad inusual ante el contacto con ciertas sustancias.

Por lo tanto, una piel sensible puede ser fina o gruesa y debereis de tener en cuenta estas características a la hora de elegir correctamente las sustancias con las que elaborar vuestros productos. Pero lo más importante cuando se tiene la piel sensible, es el especial cuidado que hay que tener a la hora de experimentar y probar nuevos tratamientos. Una buena forma antes de probar un aceite vegetal o esencial, es aplicar un poco en el antebrazo y esperar unas horas para comprobar si existe una reacción adversa.

Las pieles sensibles deben limitarse a los productos más seguros y menos alergénicos. El aceite vegetal de caléndula, o los aceites esenciales de lavanda y manzanilla están especialmente recomendados para este tipo de piel. Si tenéis la piel sensible, sin duda, os aconsejo que sustituyáis cualquier crema industrial por una mezcla de aceites vegetales y esenciales, y que, una vez a la semana, al menos, apliquéis una mascarilla casera para pieles sensibles.

Pero como ya sabréis, soy partidaria de instar a la gente a que experimente porque aunque existan reglas generales, cada persona es un mundo y sus reacciones pueden ser muy diferentes a las de otra persona. Y puesto que las técnicas de cosmética natural son tan apasionantes, os invito a que no os rindáis si no dais con un producto eficaz a la primera y sigáis buscando hasta que encontréis aquel que mejore vuestro estado general, especialmente si sufrís algún tipo de enfermedad de la piel.

jueves, 16 de abril de 2015

COMO ELABORAR MASCARILLAS CASERAS



La mayoría de las mascarillas industriales son prácticas y cómodas de utilizar puesto que, como ya vienen preparadas, no hemos de perder el tiempo en elaborarlas. Sin embargo, esta practica tiene un precio: el alto contenido de sustancias químicas, aditivos y conservantes que penetran en nuestro organismo a través de los poros de la piel.

En cambio, las mascarillas caseras hechas con productos naturales no contienen sustancias tóxicas y, aunque en principio pueda darnos pereza elaborarlas, lo cierto es que apenas os llevará unos minutos y os asegurareis de proporcionar a vuestra piel unos nutrientes acordes a vuestras necesidades específicas.

Estas mascarillas tienen, además, la ventaja de resultar mucho más económicas, puesto que se trata de productos de cocina que trabajamos habitualmente y, por tanto, nos resultan muy familiares.

Os invito a que conozcáis  cuales son los pasos, y el orden que debéis llevar, para que podáis  elaborar mascarillas caseras naturales.

LOS PREPARATIVOS.

1º Los ingredientes:

Es importante elegir bien los ingredientes con los que vais a elaborar vuestra mascarilla casera ya que, dependiendo del tipo de piel que tengáis, debéis seleccionar elementos que actúen en sinergia, es decir, que tengan propiedades similares y actúen en la misma dirección. Por ejemplo, si tenéis la piel acnéica, buscareis ingredientes astringentes, desinfectantes y depurativos que regulen la producción de  grasa en la piel. Pero si tenéis la piel sensible, lo mejor será elegirlos con propiedades antiinflamatorias, calmantes y regeneradoras. Es decir, es importante conocer las propiedades de cada uno de los elementos que vamos a incorporar.


2º El sitio, el lugar y el ambiente:

Igualmente importante, es elegir un día de la semana que podamos dedicarnos con mimo al cuidado personal. Mi consejo es que elaboréis y apliquéis vuestras mascarillas de belleza con tiempo y que, además de cuidar vuestra piel, sea también un acto de cuidado personal integral. Buscar un momento que podáis disfrutar en soledad, poner vuestra música favorita, prepararos una infusión que os guste y disfruta de vuestro  momento.

3º Los utensilios:

Mi última sugerencia, en cuanto a los preparativos, es que elaboréis la mascarilla en la cocina y que uséis, siempre que sea posible, elementos de madera o barro, en lugar de plástico o metal para no destruir o alterar las propiedades de los ingredientes que vamos a usar.

EL ORDEN DE LOS INGREDIENTES.

El orden de los ingredientes es importante dependiendo de cuáles vayais a usar, para no terminar haciendo un poupurri apelotonado que resulte poco práctico o incómodo en la piel.

Voy a sugeriros un orden, dependiendo de qué ingredientes vayáis a usar:

  • Si la base es de arcilla.

Si vais a elaborar vuestra mascarilla con arcilla, será el primer ingrediente que tengais que preparar y sobre él, los demás. Para ello, mezclar una cucharada sopera de arcilla en polvo con agua (agua común o mejor aún, agua de mar o una infusión con una planta cuyas propiedades os interesen) en un recipiente hasta que consigáis una textura cremosa que podáis aplicar en la piel (como la textura que suelen tener las mascarillas industriales). Recordar que podeis corregir la textura añadiendo más agua para diluir o más arcilla para espesar. La cantidad no es importante (solo que si haceis de más os sobrará y si haces de menos, os quedará escasa en la piel). Una vez que tengais esta base, podréis ir añadiendo el resto de ingredientes.

  • Si la base es de frutas.

Si la base va a ser de frutas en lugar de arcilla, lo primero que tendréis que hacer es batir las que vayais a usar y echar el puré en un recipiente en el que iréis añadiendo el resto de ingredientes. Si queréis usar tanto frutas como arcilla, no importa el orden. O bien preparais primero la crema de arcilla y añadís la fruta o al revés.

  • Si la base es de yogur.

Puesto que la textura del yogur no ofrece problemas a la hora de aplicarlo, lo quedéis usar solo o como base combinado con otros ingredientes. Si lo queréis usar con arcilla o frutas, primero preparar la arcilla o las frutas y luego añadir el yogur.

  • Si vais a usar miel.

Si vais a usar miel, lo primero que tendréis que hacer es añadir una cucharadita pequeña en un poco de agua caliente para que se disuelva. Luego, añádirla a la base (de arcilla o de frutas, de ambas o de yogur).

  • Si vais a usar otros ingredientes.

Si vais a usar cualquier otro ingrediente, este es el momento de añadirlo (algas, huevo batido, etc).

  • Si vais a usar aceite vegetal.

Mi consejo es que, una vez terminada la mascarilla, añadáis aceites vegetales y aceites esenciales por sus fabulosas propiedades beneficiosas para la piel. Añadir primero una cucharada sopera (o más) del aceite vegetal que más os guste.

·     Si vais a usar aceites esenciales.


Para usar aceites esenciales es muy importante conocer las propiedades particulares de cada uno y tener en cuenta algunas precauciones importantes. Los aceites esenciales son magníficas herramientas terapéuticas para mejorar arrugas, acné, varices, retención de líquidos, hidratar pieles secas, calmar pieles sensibles o regular el sebo de las pieles grasas. Así que os recomiendo que, en todas vuestras mascarillas, añadáis unas gotas del aceite esencial que os interese. Eso sí, informaros de sus propiedades. Para incorporar el aceite esencial, añadir de 3 a 5 gotas en total, siempre al final, después de añadir todos los demás ingredientes.

Evidentemente estas son solo algunas sugerencias, ya que las mascarillas se pueden hacer de mil maneras diferentes. Os sugiero estas para que tengáis algo por donde empezar. En realidad, os animo a que experimentéis y probéis vuestros propios trucos.

martes, 14 de abril de 2015

MASCARILLA PARA PIELES MADURAS.



Las pieles maduras requieren de unos cuidados mas específicos que las pieles jóvenes, en este post os propongo una mascarilla para pieles maduras y envejecidas rica en elementos que nutren las células y previenen su oxidación prematura, estimulando el crecimiento celular de la piel para recuperar su salud y luminosidad natural.

Mi consejo para que obtengáis un tratamiento de regeneración de la piel y nutrición intensivo, es que apliquéis esta mascarilla de huevo para pieles maduras  una vez a la semana:

INGREDIENTES.

-         Arcilla blanca.
-         1 Huevo.
-         Aceite vegetal de onagra.
-         Aceite vegetal de borraja.
-         Aceite esencial de siempre viva.

PASOS A SEGUIR.

1º   Batir el huevo.

Debéis batir el huevo como si fuerais a hacer una tortilla.

2º   Añadir la arcilla y los aceites vegetales.

Verter el huevo batido en un bol y añadirle una cucharada sopera de arcilla blanca, otra de aceite vegetal de onagra y otra de aceite vegetal de borraja. Mezclar bien todos estos ingredientes hasta que consigáis una textura cremosa. Para conseguir la textura añadir mas mascarilla para espesar o mas aceite para diluir.

3º   Añadir el aceite esencial de siempreviva.

Añadir 3 gotas de aceite esencial de siempre viva.

4º   Aplicar la mascarilla por todo el rostro y dejarla actuar durante, al menos, 15 minutos. Luego retirarla con agua abundante (podéis ayudaros con unas esponjillas). Después de retirar la mascarilla, conviene tonificar el rostro con un hidrolato natural (os recomiendo agua de jazmín).

PROPIEDADES DE LOS INGREDIENTES.

Estas son las magníficas propiedades de la mascarilla antiarrugas que os propongo:

     -    Huevo.

El huevo, tanto a nivel interno (en la dieta) como aplicado tópicamente (en la piel) es uno de los elementos más nutritivos que existen en la naturaleza. Contiene numerosos aminoácidos, vitaminas, minerales y ácidos grasos… un fabuloso cocktel de nutrientes para vuestras células.

-         Arcilla.

La arcilla blanca en polvo posee propiedades terapéuticas para la piel. Es calmante y antiinflamatoria, depura las toxinas de la piel, tiene un efecto lifting natural bastante sorprendente y además aporta una gran cantidad de minerales beneficiosos para la salud de la piel.

-         Aceite vegetal de Onagra.

El aceite vegetal de onagra es uno de los aceites vegetales con mayor riqueza en vitamina E, un poderoso antioxidante. Además tiene propiedades antiinflamatorias, estimula la circulación sanguínea y favorece la regeneración celular.

-         Aceite vegetal de Borraja.

El aceite vegetal de borraja se ha puesto muy de moda en los tratamientos rejuvenecedores y no es de extrañar. Es cierto que a veces la fama de algunos productos se produce sin fundamento alguno, pero en este caso, el aceite vegetal de borraja aporta una considerable cantidad de vitaminas, minerales y ácidos grasos beneficiosos para prevenir la aparición de arrugas. Lo cierto es que, simplemente aplicado en la piel sin nada más, deja una textura exquisita y llena de luminosidad.

-         Aceite esencial de Siempreviva.

Aunque no se trata de uno de los aceites esenciales más famosos, vale la pena tenerlo en cuenta. El aceite esencial de siempreviva se utiliza, sobre todo, para regenerar la piel (acné, arrugas, eccema, etc). Tiene propiedades analgésicas, es antiinflamatorio, cicatrizante y estimula el sistema linfático (depura).

-         Hidrolato de Jazmín.

Los hidrolatos o aguas florales son la parte acuosa resultante del proceso de destilación de un aceite esencial. Son una fabulosa alternativa natural a los tónicos industriales. Refrescan, tonifican y tienen las mismas características (en menor grado) que sus homólogos esenciales. El agua de jazmín se ha utilizado tradicionalmente (al igual  que otros como el de rosa o el neroli) en los tratamientos de belleza por su capacidad para dar vida a la piel. 

lunes, 13 de abril de 2015

MASCARILLA PARA PIELES SECAS.



La piel seca, debido a la falta de humedad natural, puede presentar un aspecto apagado y sin elasticidad. Además, tiende a agrietarse y sufrir de forma acusada los efectos del paso del tiempo y la aparición de arrugas prematuras. Una forma estupenda de mantener bien hidratada la piel seca es aprovechando los beneficios que ofrecen algunos productos naturales, por eso os propongo una mascarilla natural para pieles secas rebosante de propiedades una vez a la semana.
 
INGREDIENTES:

-         1 plátano.
-         Aceite vegetal de aguacate.
-         1 yogurt natural ecológico.
-         Hidrolato de rosas (agua de rosas natural).
-         Aceite esencial de lavanda.

PASOS A SEGUIR.

1º   La batidora.

Introducir en el vaso de la batidora: el plátano, 2 cucharadas de aceite   
vegetal de aguacate y una cucharada de hidrolato de rosas.

2º   Añadir el yogurt.

Cuando lo hayáis batido todo, verter el contenido en un bol y añadir el yogurt natural ecológico.

3º   Añadir el aceite esencial de lavanda.

Añadir 5 gotas de aceite esencial de lavanda y remover bien para que se mezclen todos los ingredientes.

4º   Una gasa.

Mi consejo es que apliquéis esta mascarilla con una gasa esterilizada. Para ello, abrir la gasa, humedeceros el rostro y pegárosla en la piel. Luego aplicaros la mascarilla con un pincel. La gasa evitara que se escurra y retirárosla os resultara mucho mas fácil.

5º   Aplicar la mascarilla.

Dejar aplicar la mascarilla durante, al menos, 15 minutos. Luego retiraros la gasa y limpiaros los restos que hayan quedado en la piel con agua. Después de retiraros la mascarilla, podéis tonificaros con hidrolato natural de rosas.

PROPIEDADES DE LOS INGREDIENTES.

-   Plátano.

El plátano es una de las frutas más indicadas para hidratar las pieles secas o  envejecidas, deja la piel… suave, hidratada y nutrida. Aplicar plátano en la piel tiene un efecto parecido a la parafina, solo que en lugar de utilizar un ingrediente químico nada saludable, empleamos una maravillosa y nutritiva fruta.

-   Yogurt.

El yogur es un remedio casero de belleza utilizado por muchas de nuestras abuelas para nutrir la piel. Tonifica, refresca, y ejerce cierto efecto de estiramiento en la piel.

-   Aceite vegetal de aguacate.

El aceite vegetal de aguacate es uno de los aceites vegetales más hidratantes. Tiene un textura muy suave y se absorbe rápidamente. Sin duda, uno de los más aconsejados para hacer mezclas cosméticas naturales para pieles secas (es conveniente que sepáis, eso sí, que se enrancia con facilidad, por lo que es conviene mezclarlo con algún antioxidante como el aceite vegetal de germen de trigo para estirar su caducidad). Además, también se utiliza con frecuencia para los cuidados naturales del cabello, utilizándolo para elaborar una gomina natural o en forma de mascarilla capilar.

-   Aceite esencial de Lavanda.

El aceite esencial de lavanda es uno de los más polifacéticos, tanto en cosmética, como en el hogar, como en aplicaciones para la salud. En cosmética, destaca por sus cualidades calmantes y regeneradoras. Este es uno de los aceites esenciales que no deben faltar en las mezclas, puesto que sirve para todo tipo de pieles(embarazadas y niños también) y además potencia el efecto de otros aceites vegetales y esenciales. 

-   Hidrolato de rosas.

Los hidrolatos o aguas florales son excelentes sustitutos de los tónicos faciales industriales. No llevan ingredientes tóxicos y son una maravillosa alternativa para refrescar la piel de manera natural. El hidrolato de rosas está recomendado para todo tipo de pieles. Recordar que no es lo mismo un hidrolato  procedente del proceso de destilación que lo que suele venderse como “agua de rosas” que no es más que agua, colorantes y perfumes sintéticos exentos de propiedades naturales.