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miércoles, 4 de mayo de 2016

CHITOSÁN VEGETAL



El chitosán vegetal posee una composición y unas propiedades muy similares a las del chitosán de crustáceos, siendo 100% vegetal. Se obtiene completamente de vegetales, algunas variedades de seta y hongos. Supone una alternativa no animal y menos alergénica que el chitosán marino.

Es la opción ideal para aquellas personas alérgicas al marisco. Su composición contiene un polímero similar a la celulosa, derivado de la glucosalina, muy rico en fibra y que nuestro organismo no digiere, siendo expulsado igualmente por las heces.

Tiene una alta tasa de disolución, una densidad elevada y un menor peso molecular, lo que lo hace hasta cuatro veces más potente a la hora de atrapar grasa, que el quitosano convencional, siendo capaz de retener mucha más cantidad.

Por lo  demás, las propiedades y beneficios que el chitosán vegetal nos puede aportar, son los mismos que la versión fabricada a partir del caparazón de mariscos, ya que su funcionamiento y su manera de interactuar con nuestro organismo son similares.

Respecto a las contraindicaciones del chitosán vegetal, es evidente que ya no supone un riesgo para aquellas personas que sufren de alguna intolerancia o alergia al marisco, por lo que si el chitosán convencional tenía pocas contraindicaciones, esta variedad tiene aún menos.

Hay que tener en cuenta, eso si, que el chitosán vegetal es más potente que el chitosán convencional, por lo que con menos cantidad lograremos el mismo resultado. Es importante tener en cuenta las indicaciones del prospecto en cuanto a la cantidad recomendada a consumir, ya que una cantidad superior a la recomendada puede ocasionar una sensación de hinchazón o pesadez de estomago, debido a que al absorber grasa, aumenta mucho su volumen.


Tomado en su justa medida, su aumento de volumen tiene un efecto saciante y no presenta ninguna contraindicación conocida, resultando un complemento alimenticio a tener en cuenta en nuestra dieta.