1.- Doble limpieza sin agresión.
Piel limpia, pero sin tirantez. Por la mañana, basta con un limpiador suave tipo gel o crema.
Por la noches, si lleváis maquillaje o SPF, optar por una doble limpieza:
* Aceite limpiador (elimina restos de grasa y maquillaje sin frotar)
* Limpiador espumoso suave (retira sudor y residuos)
👉 Ideal para piel madura: lipiadores con aceite de camelia o centella asiática.
2.- Tónico reafirmante e hidratante.
Evitar los tónicos astringentes. Los tónicos coreanos son como un "primer sorbo" de agua para vuestra piel.
Buscar uno con efecto tensor o hidratante profundo.
Ingredientes recomendados: ácido hialurónico, ginseng rojo, colágeno vegetal.
👉Aplicación coreana: con las manos, a golpecitos suaves.
3.- Esencia o sérum con efecto antiedad.
Aquí se concentra la fuerza de la rutina. No hace falta tener 5 frascos distintos.
Un buen sérum coreano con péptidos, niacinamida, adenosina o baba de caracol puede:
* mejorar la textura
* unificar el tono
* suavizar arrugas
* devolver luminosidad
👉Usar 2-3 gotas en todo el rostro, cuello y escote.
4.- Crema rica en nutrientes.
La piel madura necesita nutrición, sin saturarla.
Buscar una textura que os deje sensación de confort pero no de grasa.
Ingredientes clave: ceramidas, escualano, madecassoside, extractos fermentados.
👉Si vuestra piel es muy seca, añadir una sleeping mask 2 veces por semana.
5.- Protector solar con tratamiento.
La mayoría de los protectores coreanos ya vienen con ingredientes antiarrugas o calmantes.
Algunos incluso aportan luminosidad instantánea.
Texturas favoritas: en crema ligera o gel acuoso.
💥Consejo extra: masaje al estilo coreano.
Dedicar 2 minutos al aplicar vuestros productos con un masaje ascendente en pómulos, frente y cuello.
Esto favorece la circulación y ayuda a mantener la firmeza natural de la piel.