1.- Prevención antes que corrección.
En Corea se apuesta por cuidar la barrera cutánea desde edades tempranas; por eso las rutinas se centran en hidratar, calmar y proteger (especialmente con protector solar diario).
2.- Capas finas y texpara que la piel reciba turas ligeras.
El famoso "layering" aplica pocos productos en capas muy finas - limpieza, tónico. esencia, sérum, emulsión y crema - para que la piel reciba hidratación progresiva sin saturarla.
3. Ingredientes innovadores (y suaves)
* Centella asiática y madecassoside: calman y reparan.
* Ácido hialurónico fermentado: hidrata en profundidad con moléculas pequeñas.
* Niacinamida y arburina: iluminan sin irritar.
* Extractos de té verde o propóleo: alto poder antioxidante.
4.- Formatos prácticos y sensoriales.
Geles acuosos, esencias ultrafinas, sheet masks (mascarillas faciales en forma de hoja o tela, empapadas en un suero o esencia, diseñadas para adherirse al rostro y proporcionar beneficios específicos para la piel) y sleeping packs (es un producto que se aplica al rostro antes de acostarse y se deja actuar durante la noche para hidratar y regenerar la piel) convierten la rutina en un pequeño ritual de bienestar.
5.- Buena relación calidad-precio.
El mercado coreano es muy competitivo: las marcas lanzan fórmulas potentes a precios asequibles, lo que hace que probar K-Beauty sea fácil para cualquier bolsillo.
¿Por dónde empezar?
1.- Limpiador en aceite + limpiador en agua: (doble limpieza).
2.- Tónico hidratante: con agua de arroz o té verde.
3.- Esencia: ligerísima, aporta la primera capa de tratamiento.
4.- Sérum: específico (centrado en vuestras necesidades: manchas, firmeza, calma...)
5.- Crema ligera + SPF: por la mañana; crema nutritiva o sleeping pack por la noche.
💥 Tip extra para pieles maduras.
Incluir una esencia con péptidos o fermentos y alternar ampollas de colágeno dos o tres noches por semana: notareis la piel más jugosa y firme in necesidad de rutinas complejas.