Las manchas blancas que aparecen de forma repentina en
las uñas se conocen médicamente como leuconiquia.
Estas señales blanquecinas nacen en la raíz de la uña y
se amplían hacia fuera a medida que la uña crece y son en realidad el efecto de
microroturas que se producen en la base de la uña, en la matriz de la misma,
que es donde se crean las células de la uña. Estas microroturas pueden deberse
a pequeños golpes que a veces pasan inadvertidos. Son más frecuentes cuando hay
factores que hacen la uña más frágil, como una alimentación deficiente en
ciertos nutrientes, el contacto frecuente con el agua y con sustancias agresivas
(disolventes, detergentes, etc.).
Dado que son más habituales de lo que se cree, es
importante saber por qué aparecen y en qué casos se les debe dar importancia.
¿POR QUÉ APARECEN ESTAS MANCHAS EN LAS UÑAS?
La leuconiquia es el resultado de la disposición de la
queratina debido a pequeñas rupturas en la base de la uña que favorecen la
formación de bolsas de aire.
Este proceso puede darse como consecuencia de las
lesiones en las cutículas, ya sea por un golpe, una rozadura o una manicura mal
realizada.
También son habituales en aquellas personas que realizan
manualidades o que acostumbran a dar pequeños golpecitos contra la mesa.
Otras posibles causas son la manipulación de productos
químicos de limpieza sin protección, el contacto directo con agua caliente y el
usarlas como palanca para destapar frascos.
Dado que la uña crece un milímetro cada diez días, la
mayoría de las manchas suelen notarse unos dos o tres meses después de haber
sufrido el traumatismo.
Solo en un reducido número de casos las manchas pueden
alertar de trastornos como la anemia, la diabetes o enfermedades en los
riñones.
¿SE PUEDEN PRODUCIR POR LA MANICURA?
Su práctica en exceso está relacionada con las
alteraciones en la uña, sobre todo cuando compromete el estado de las
cutículas.
Algunos de los químicos que contiene el quitaesmalte
ocasionan daños directos en las capas protectoras de la uña.
Los esmaltes de mala calidad, nacarados o fabricados con
pigmentos industriales pueden provocar quiebras en las uñas, debilidad y otras
alteraciones peores que las manchas.
Las personas que padecen onicofagia (se comen las uñas)
tienen continuas lesiones y difícilmente logran eliminar las manchas blancas.
¿TIENEN TRATAMIENTO O SOLUCIÓN?
La leuconiquia no tiene solución inmediata y solo desaparece
a medida que la uña crece.
Como la leuconiquia resulta antiestética, en caso de
emergencia se puede cubrir con varias capas de esmalte de color.
Sin embargo, lo más conveniente es mantener las uñas al
natural para que se oxigenen de forma adecuada y no se presenten más problemas.
Estas manchas son inofensivas y solo en pocos casos
requieren atención especial. Por ejemplo, si en lugar de aparecer en forma de
punto, se dan como líneas blancas a lo largo de la uña, es probable que se deba
a algo anómalo.
En estos casos lo mejor es consultar al dermatólogo para
descartar enfermedades subyacentes.
LOS CUIDADOS SON LA CLAVE PRINCIPAL
Para mantener unas uñas fuertes, sanas y libres de
imperfecciones lo idóneo es mantener una correcta higiene e hidratación.
Su limpieza diaria y la aplicación de cremas para las
cutículas ayudan a protegerlas frente a las agresiones que las afectan en el
ambiente.
Se debe evitar por completo el uso de cepillos, jabones y
limados agresivos.
Para fortalecerlas es conveniente utilizar un bálsamo
protector antes de aplicarles el esmalte.
La cutícula no se debe cortar ni se debe presionar
(cuando se pliega con el palito de naranjo durante la manicura). Este tipo de
acciones causan rupturas en la matriz de la uña y las deteriora.
Otra pauta para cuidarlas consiste en evitar los golpes y
los roces con objetos duros, ya que éstos les causan microtraumatismos.
Si vuestras uñas presentan marcas diferentes a las
manchas blancas consultar de inmediato al médico para evaluar el problema.