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sábado, 4 de abril de 2015

PRECAUCIONES Y DOSIFICACIÓN EN EL USO DE LOS ACEITES ESENCIALES



Para utilizar los aceites esenciales y sus múltiples propiedades con seguridad, es necesario conocer algunas precauciones y recomendaciones de uso de cada uno de los aceites esenciales, así como una óptima conservación para prolongar la duración de nuestros aceites esenciales.

Antes de empezar y para que entendáis bien todo lo que voy a explicar, es muy importante que antes sepáis distinguir entre los aceites vegetales y los aceites esenciales. Para ello, os recomiendo que leáis las siguientes entradas: Qué son los aceites vegetales y Qué son los aceites esenciales, ya que es primordial distinguirlos y conocerlos.

Empezamos...

SUSTANCIAS CONDUCTORAS.

Los aceites esenciales son sustancias muy complejas y concentradas que siempre deben ser diluidas en otra sustancia conductora. Las mejores son:

- Aceites vegetales.

Es la mejor opción, ya que los aceites esenciales se diluyen perfectamente en ellos. Las mezclas realizadas con aceites vegetales y esenciales tienen aplicaciones particularmente prácticas y efectivas en el ámbito de la cosmética natural, tanto para elaborar vuestros propios cosméticos caseros como cremas naturales con cera de abejas. Lo mejor de esta opción, es que podéis usar las propiedades de cada uno de ellos para elaborar productos completamente personalizados, tanto para cosmética como para aplicaciones terapéuticas, por ejemplo, varices, retención de líquidos, etc.

- Arcillas.

Las propiedades de la arcilla se complementan perfectamente con los aceites esenciales. La principal aplicación que tiene mezclar aceites esenciales y vegetales con los distintos tipos de arcilla es para elaborar mascarillas caseras o emplastos terapéuticos. Como ejemplo, podréis ver en el post  -Que son los aceites vegetales- una receta para elaborar una mascarilla casera para celulitis. Recordad  que para mascarillas, también conviene añadir las mejores frutas para la piel.

- Alcohol.

Si diluimos los aceites esenciales en alcohol, entonces obtendremos una tintura.

- Otros.

También podemos combinar distintos métodos, o simplemente utilizar cierto aceite esencial por sus características (desinfectante, antiinflamatorio, etc) añadiendo agua, vinagre, etc. Los aceites esenciales nunca se disuelven por completo en agua o vinagre pero nos puede servir para determinadas aplicaciones.

En próximas entradas os enseñare a elaborar remedios caseros para el dolor de cabeza por ejemplo o a elaborar productos de limpieza.

Aunque siempre conviene diluir cualquier aceite esencial en una sustancia conductora, existen tres excepciones; tres aceites muy suaves (que son los primeros con los que os aconsejo experimentar) que se pueden emplear directamente en la piel, sin diluir y que son: lavanda, manzanilla y árbol del té. No obstante, con todos los aceites esenciales, conviene hacer una prueba primero en el antebrazo poniendo una gota, para saber que no se sufren alergias o intolerancias.

DOSIFICACIÓN DE LOS ACEITES ESENCIALES,

De manera general, la dosificación a la hora de elaborar una mezcla para utilizar de forma tópica (sobre la piel) ha de ser:

-         98% de sustancia conductora.
-         2% de aceite esencial.

Para que os hagáis una idea, en un recipiente de 30ml, lo llenaríamos de la sustancia conductora, y añadiríamos 15 gotas de aceites esenciales (uno o una mezcla de varios de ellos). Esta fórmula sirve para personas adultas y sanas. En general, los bebés y menores de 2 años, así como las embarazadas y mayores de 80, deberían usar la mitad o un tercio de la dosis de adultos (un 1% o un 0.5%). Este es el motivo por el que todos los aceites esenciales que encontramos en el mercado llevan incorporado en el recipiente un cuentagotas que permite ajustar la cantidad justa y necesaria para cualquier tipo de aplicación.

Si vais a usar aceites esenciales que no vais a aplicar en la piel (por ejemplo para ambientar el hogar, o para hacer un producto de limpieza casero) no es necesario que tengáis en cuenta estas dosis. Usar lo que necesitéis, dependiendo de la cantidad de aroma que os guste.

PRECAUCIONES DE USO EN LOS ACEITES ESENCIALES.

- No ingerir.

Aunque algunas corrientes de medicina alternativa y aromaterapia utilizan los aceites esenciales como tratamiento por vía interna, no es aconsejable bajo ningún concepto ingerir un aceite esencial sin supervisión médica especializada. En caso de accidente, hay que acudir de inmediato a un centro hospitalario.

- No aplicar directamente sobre la piel.

Como os he explicado antes, los únicos aceites esenciales que se pueden usar directamente sobre la piel son los de lavanda, árbol del té y manzanilla (aunque, para mayor seguridad, aún con estos aceites esenciales, debemos hacer un testeo y comprobar en el antebrazo que no tengamos alergia o intolerancia). El resto, deben diluirse en una sustancia conductora como aceites vegetales, arcillas, agua, o alcohol.

- No poner en contacto con los ojos.

Casi todos los aceites esenciales, al ser esencias tan concentradas, son irritantes, de forma que si accidentalmente nos tocamos un ojo después de haber manipulado un recipiente con aceites esenciales, es bastante probable que nos escueza. Si esto ocurre, debemos aplicar una generosa dosis de aceite vegetal (por ejemplo aceite de oliva) con un algodón sobre el ojo tratando de arrastrar los restos del aceite esencial y luego aclarar con agua abundante.

- Embarazadas, bebés, y ancianos.

En estos tres casos, al margen de reducir la dosis, es mejor limitarse a los aceites esenciales más seguros, que son la lavanda, el árbol del té y la manzanilla (a excepción de las embarazadas que también deben evitar la manzanilla), ya que, si no conocemos en profundidad las características particulares de cada aceite esencial, podemos cometer el error de usar alguno con propiedades emenagogas, es decir, que aumente el flujo sanguíneo en el área de la pelvis, fomentando la menstruación, que suba la presión arterial o que nos descompense el sistema nervioso. Antes de usar un aceite esencial, aseguraos de sus propiedades, indicaciones y contraindicaciones.

- Problemas neurológicos y coronarios.

Las personas que sufren alteraciones neurológicas o coronarias también deben limitarse a los tres aceites esenciales anteriormente mencionados por las mismas razones.

- Aceites fotosensibilizantes.

Los aceites esenciales que provienen de frutos cítricos como el limón, la naranja o la bergamota tienen un efecto fotosensibilizante. Esto quiere decir que si nos los aplicamos en la piel y luego tomamos el sol, puede causarnos manchas o leves quemaduras. Por lo tanto, es mejor limitar su uso a los meses de invierno y procurando no tomar el sol en las siguientes horas después de haberlos aplicado. El oleato de Hipérico también es fotosensibilizante.

CONSEJOS PARA CONSERVAR LOS ACEITES ESENCIALES.

Teniendo en cuenta algunas consideraciones básicas, conseguiremos que los aceites esenciales que acumulemos en nuestro botiquín natural casero nos duren mucho más tiempo. Un aceite esencial, si se conserva en buenas condiciones ambientales, puede tener una duración de hasta cuatro años, manteniendo todas sus propiedades en perfecto estado.

Las tres condiciones indispensables para que esto ocurra es que la esencia no reciba calor, luz ni oxígeno.

Para ello, debemos conservarlo en un recipiente de vidrio opaco (nunca de plástico) dentro de un armario cerrado para evitar que reciba luz.

Además es importante que sepamos que la habitación donde lo guardamos no concentre un calor excesivo en los meses de verano. Uno de los lugares más idóneos suele ser el armario del cuarto de baño, puesto que muchas veces cuenta con ventanas pequeñas y suele dar a la zona interior de la vivienda.

Cada vez que vayamos a utilizar el aceite esencial, debemos asegurarnos de mantener abierto el recipiente el menor tiempo posible, ya que el aceite esencial se volatiliza en cuanto entra en contacto con el ambiente, de modo que si lo mantienes abierto durante unas horas, el aceite se evaporará por completo y desaparecerá (si es de buena calidad).

ACEITES DE CALIDAD.

Uno de los primeros indicadores para saber si un aceite es de calidad (tanto vegetal como esencial) es que no tenga un precio sospechosamente barato. Por otra parte, el precio de cada aceite es diferente… desconfiar de las tiendas en las que todos cuestan lo mismo.