Las propiedades de la
arcilla en la piel son
similares en todas sus variantes (desinfectantes, desintoxicantes,
antiinflamatorias, depurativas, calmantes, etc), las leves diferencias de su
composición hacen que algunas se utilicen con mayor frecuencia en determinados
casos. En esta entrada os explico cuáles son esas diferencias y para qué usar
cada tipo de arcilla.
ARCILLA BLANCA O CAOLÍN
La arcilla blanca tiene
unas cualidades que la hacen idóneas, sobre todo, para tratamientos rejuvenecedores y
calmantes de la piel en caso de dermatitis.
Estas son las
principales características de la arcilla blanca:
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Proporciona frío.
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Estira la piel.
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Aporta numerosos nutrientes (minerales).
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Es muy calmante.
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Descongestiona.
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Es antiséptica.
Dadas estas características,
los usos más indicados de la arcilla blanca son
estos:
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Mascarillas para arrugas y pieles
envejecidas.
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Emplastos para varices, celulitis, retención de líquidos o
piernas cansadas.
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Emplastos para dolencias agudas del aparato locomotor (músculos,
articulaciones, tendones, etc).
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Mascarillas y cremas para
calmar y regenerar pieles sensibles (eccema, dermatitis, psoriasis, etc).
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Como elemento base de dentífricos caseros
No obstante, la arcilla blanca tiene
muchas aplicaciones y muchas formas de combinarla y aplicarla con otros
ingredientes. Mas adelante dedicare otras entradas donde os indicare las
distintas aplicaciones de la arcilla blanca,
verde y roja en la piel.
ARCILLA VERDE
La arcilla verde destaca
por sus propiedades desinfectantes y porque tiene una capacidad mayor para arrastrar impurezas de la piel:
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Tiene poder antibacteriano.
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Es muy desintoxicante.
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Arrastra impurezas.
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Gran desinfectante.
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Equilibra los
niveles de grasa.
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Descongestiona.
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Depura las
capas profundas de la piel.
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Baja la inflamación.
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Reduce el dolor.
Dadas estas cualidades de
desintoxicación y su mayor capacidad de depurar y equilibrar la grasa y la
infección, estas son sus principales aplicaciones:
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Mascarillas para acné y piel grasa.
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Mascarillas o emplastos para
infecciones de la piel.
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Tratamiento desinfectante de
heridas abiertas.
ARCILLA ROJA
Existen muchas páginas en
Internet que hablan de la arcilla roja como
tratamiento para pieles sensibles, acnéicas o problemas de celulitis. Yo lo
desaconsejo encarecidamente, ya que la arcilla roja congestionaría más las zonas ya
de por sí inflamadas. Según mi
experiencia, la arcilla roja:
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Aumenta el riego sanguíneo.
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Estimula el riego linfático.
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Proporciona más calor que la arcilla blanca o la verde.
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No está aconsejada en procesos inflamatorios.
Así, las principales
aplicaciones de la arcilla roja en la
piel son:
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Pieles desvitalizadas o
blanquecinas.
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Lesiones musculares crónicas
(no en fase aguda o inflamatoria).
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Baños de calor (como
mascarilla corporal dentro de la bañera).
La arcilla es, sin duda, un elemento natural extremadamente terapéutico, pero para poder sacar un rendimiento eficaz de su
uso, es importante tener en cuenta algunas consideraciones importantes sobre cómo usar la arcilla, es decir, con qué utensilios, dónde comprarla, etc. Y para que tengáis una idea de todo esto os lo explicare en una próxima entrada.
