La retención de
líquidos se
produce cuando los órganos y sistemas encargados de regular el equilibrio
hídrico del organismo están tan saturados o congestionados que no pueden
llevar a cabo sus funciones satisfactoriamente.
Más abajo os hablare de algunos hábitos
necesarios para recuperar el equilibrio y el bienestar pero, de momento,
os sugeriré este producto natural libre de sustancias químicas
tóxicas para que
lo apliquéis en la piel todos los días mientras la retención de líquidos
persista.
De momento os indico los ingredientes y la forma
de elaborarlo. Más abajo os explicare cómo utilizarlo y algunas terapias con las que combinarlo. No os asustéis
al ver una larga lista de ingredientes: son baratos (comparados con cualquier crema
cosmética), polivalentes y fáciles de
encontrar.
INGREDIENTES.
- Aceite vegetal de rosa mosqueta.
- Aceite vegetal de centella
asiática.
- Aceite vegetal de sésamo.
- Aceite esencial de cedro.
- Aceite esencial de ciprés.
- Aceite esencial de manzanilla.
- Recipiente vacío de 30 ml.
PASOS A SEGUIR.
- LA ROSA MOSQUETA.
Abrir
el recipiente vacío y rellenarlo 1/3 con el aceite vegetal de rosa mosqueta.
- LA CENTELLA ASIÁTICA.
Llenar
otro 1/3 del recipiente con aceite vegetal de centella asiática.
- EL SÉSAMO.
Llenar
otro 1/3 del recipiente con aceite vegetal de sésamo.
- ACEITE ESENCIAL DE MANZANILLA.
Añadir
5 gotas de aceite esencial de manzanilla.
- ACEITE ESENCIAL DE CEDRO.
Añadir
5 gotas de aceite esencial de cedro.
- ACEITE ESENCIAL DE CIPRÉS.
Añadir
5 gotas de aceite esencial de ciprés.
- AGITAR.
Cerrar
el recipiente donde habéis elaborado vuestro producto anti-retención de
líquidos y agitarlo levemente para que se mezclen bien todos los ingredientes.
CONSEJOS PARA ELABORARLO.
Como habéis podido
comprobar, elaborar una mezcla de aceites vegetales y esenciales es lo
más fácil, práctico y rápido del mundo. Elaborar la cantidad que consideréis
oportuna respetando las proporciones que os he indicado. Por ejemplo, para hacer el doble, usar el doble de
ingredientes, llenando siempre
el recipiente que vayáis a usar con 1/3 de cada uno de los aceites vegetales y
añadiendo después los aceites esenciales en gotas (la mitad de la cantidad del
recipiente en ml). Por ejemplo, para un recipiente de 100 ml, un total de 50
gotas de aceites esenciales.
Eso sí, antes de utilizar
aceites esenciales es necesario tener en cuenta algunas precauciones,
dosificación y condiciones de uso.
Mi consejo es, como siempre,
que experimentéis, que investiguéis, ya que, cuanto más los conozcáis, más
podréis personalizar vuestros productos dependiendo de vuestras necesidades
específicas.
CÓMO APLICARLO.
Lo más práctico y eficaz es
aplicar este producto natural cada vez que salgáis de la ducha. os aconsejo, o bien que no os sequéis del todo para
que os resulte más fácil extender la mezcla de aceites, o bien que humedezcáis
antes la piel con hidrolato de tomillo o hidrolato de neroli.
La forma más eficaz para que
este producto haga efecto es realizar, previamente, una ducha de contrastes. La ducha de contrastes consiste en aplicar 2 minutos de agua caliente
y luego 2 minutos de agua fría. Así sucesivamente varias veces, terminando
siempre por el agua fría. La ducha de contrastes estimula la circulación
sanguínea y la depuración de los espacios intersticiales (entre las células).
Es decir, hace que todos los conductos se pongan en funcionamiento.
Si tenéis problemas serios de circulación, retención de líquidos o
cualquier tipo de enfermedad grave, no seáis demasiado radicales con la temperatura
del agua, es decir, no la uséis
ni demasiado caliente, ni demasiado fría.
PROPIEDADES DE LOS INGREDIENTES.
- ACEITE VEGETAL DE ROSA MOSQUETA.
Es uno de los aceites
vegetales más versátiles y polifacéticos que existen pues, según numerosos estudios
científicos, iguala el tono y textura de la piel,
restaura las cicatrices, estimula el sistema inmunológico, mejora la diabetes, la artritis y,
desde luego, ayuda a depurar los espacios estancados.
- ACEITE
VEGETAL DE SÉSAMO.
Es un aceite muy suave
especialmente indicado en caso de varices, mala circulación y retención de
líquidos. El aceite de sésamo, así como las semillas de sésamo, proporcionan una cantidad
importante de ácidos grasos esenciales fundamentales para la
salud de los capilares sanguíneos y linfáticos.
- ACEITE
VEGETAL DE CENTELLA ASIÁTICA.
Destaca por sus
cualidades descongestionantes y depurativas de las capas profundas de la piel.
Pero además, también es un excelente aceite en el tratamiento de traumatismos y dolores musculares, en caso de celulitis y
en caso de pieles sensibles.
- ACEITE
ESENCIAL DE MANZANILLA.
Es, junto con el árbol del té y
la lavanda, uno de los aceites que no deben faltar en el botiquín natural, pues es un aceite
extremadamente suave que se puede aplicar en la piel directamente, y posee un
gran poder antiinflamatorio, calmante y depurativo, además de calmar también las emociones y
ser un buen relajante para el nerviosismo de los bebés.
- ACEITE
ESENCIAL DE CIPRÉS.
Depura las capas
profundas de la piel y estimula el sistema linfático. Junto con la menta, es
uno de los aceites vasoconstrictores recomendados en caso de mala circulación, celulitis y retención de líquidos. No debe
usarse durante el embarazo.
- ACEITE ESENCIAL DE CEDRO.
Es vasoconstrictor y depurativo, por lo que resulta un buen tónico de
los conductos sanguíneos y linfáticos. No conviene usarlo durante el embarazo
ni durante largos períodos de tiempo.
TRATAMIENTO PARA LA
RETENCIÓN DE LÍQUIDOS.
Solucionar
un asunto de retención de líquidos implica
muchas más cosas que utilizar productos naturales. Implica que quizá sea el
momento de prestar atención a vuestro cuerpo y tomar la responsabilidad
de cuidaros.
Para empezar: tomar una
mezcla drenante (por ejemplo de alcachofa) de herboristería para depurar el
organismo. Y luego, practicar los hábitos imprescindibles para mantener la salud, seguir una dieta equilibrada y saludable de por
vida, hacer ejercicio regular, dormir bien y tener en cuenta algunas terapias naturales no
invasivas tan interesantes (sobre todo en caso de retención de líquidos) como
el drenaje linfático o las vendas frías para mejorar la circulación.