¿QUÉ ES EL COLÁGENO?
El colágeno es una proteína cuya función es mantener
unidas las diferentes estructuras del organismo. Es la molécula proteica más
abundante en los vertebrados y se calcula que una de cada cuatro proteínas del
cuerpo es colágeno (aproximadamente el 7 por ciento de la masa corporal de un
ser humano).
Principalmente el colágeno aporta la fuerza y elasticidad
a varios órganos del tejido conectivo también conocido como tejido conjuntivo y
son aquellos tipos de tejidos con gran diversidad que comparten una función en
particular de relleno, habitando los espacios existentes entre los órganos y
otros tejidos, pero además de sostén del organismo, fundando el soporte
material del cuerpo.
El colágeno se va renovando durante la vida, así en los
huesos dura hasta un año y en la piel 5 meses.
El colágeno en nuestro organismo es una proteína que
puede atraer y captar el agua de nuestro organismo, las fibras de colágeno
forman membranas que cubren órganos como puede ser la pleura entre otros.
Con el paso del tiempo la formación de colágeno se
deteriora, perdiendo grosor y elasticidad, así se producen los problemas
articulares y reumáticos, y por parte de la piel aumento de la flacidez y
formación de arrugas.
¿PARA QUÉ SIRVE EL COLÁGENO?
El colágeno se encarga de unir los tejidos conectivos
(músculos, tendones, ligamentos, piel, huesos, cartílagos, tejido hematológico
y adiposo y órganos). De esta manera, actuaría como un elemento de sostén que
permite mantener unido el conjunto del cuerpo. Su función consiste en la
formación de las fibras a partir de las que se crean las estructuras del
organismo; por lo tanto, es el responsable del grado de firmeza y elasticidad
de estas estructuras y tiene un papel esencial en su hidratación.
La fibra de colágeno tiene la capacidad de mezclarse con
muchos tipos de sustancias y minerales: en el caso de los huesos, la
combinación del colágeno con cristales de calcio permite la formación de una
estructura dura y rígida; en la piel, se mezcla con la elastina y la estructura
resultante tiene forma de red; en el caso de los cartílagos, se combina también
con elastina y con otro tipo de sustancias y forma un gel que absorbe los
impactos producidos por los movimientos de las articulaciones. Esto ocurre con
todas las estructuras y tejidos del cuerpo.
A medida que pasan los años y el cuerpo envejece, la
producción de colágeno se va reduciendo gradualmente. Se calcula que a los 40
años el organismo produce la mitad de colágeno que en la adolescencia. Esta
reducción en los niveles de producción provoca, entre otras cosas, la pérdida
de elasticidad y flexibilidad de la piel, dolores en las articulaciones y
músculos, osteoporosis, deterioro en la vista, deficiencias circulatorias,
molestias en dientes y encías, etcétera; es decir, el deterioro propio de la
vejez.
TIPOS DE COLÁGENO.
Existen más de 19 tipos de colágeno, que dependen, entre
otros factores, del tejido en el que actúe y de las sustancias con las que se
combine, por lo que no es considerado como una proteína única, sino más bien
como una familia de moléculas estrechamente relacionadas pero diferentes entre
sí. Los principales tipos son:
Tipo I: Se encuentra sobre todo en los
huesos, la córnea, la dermis y los tendones y se presenta en forma de fibra con
estrías que se agrupan y forman cadenas para dotar a los tejidos del organismo
de elasticidad y resistencia.
Tipo II: Presente en los cartílagos, en
algunas estructuras de los embriones y en el humor vítreo del ojo. Otorga
resistencia a estos tejidos ante presiones intermitentes.
Tipo III: Está en los tejidos de los
músculos, las venas y la piel. Actúa como sostén de los órganos que tienen la
capacidad de expandirse y contraerse.
Tipo IV: Se encuentra principalmente en
la piel. Su función es la de darle sostén y la capacidad de filtrar sustancias
diferentes.
Tipo V: Presente principalmente en los
órganos y en los tejidos situados en el interior del cuerpo. Su función se
asocia con la del tipo I, es decir, otorga resistencia a los tejidos.
COLÁGENO PARA LA PIEL.
La principal función del colágeno es la de crear y
mantener las estructuras de los tejidos que forman el organismo, incluida la
piel, por lo que tiene una importancia decisiva en propiedades como la firmeza
y flexibilidad. El aspecto de la piel, las uñas o el cabello dependen
considerablemente de esta proteína. Aunque la producción de colágeno se reduce
irremediablemente con la edad, existen una serie de remedios que ayudan, en
cierto grado, a restaurar los niveles de esta sustancia en el cuerpo, como el
colágeno hidrolizado (es decir, que ha pasado por un proceso de hidrólisis, que
es la ruptura de ciertas moléculas para que el colágeno pueda ser absorbido por
el organismo). Este producto suele estar como colágeno en polvo, aunque también
existen las pastillas de colágeno.
En ocasiones, a la hora de tomar colágeno también se
hacen distinciones entre la proteína procedente de animales y la que procede de
los peces, que se conoce como colágeno marino.
COLÁGENO PARA MÚSCULOS Y ARTICULACIONES.
Uno de los productos más destacados es el colágeno con
magnesio, que contribuye al correcto funcionamiento de músculos y ligamentos.
Esto se debe a que el magnesio es un mineral que interviene en el proceso de
formación de las proteínas, por lo que favorece el efecto del colágeno.
La combinación de colágeno y ácido hialurónico también
tiene efectos positivos sobre músculos y articulaciones. El ácido hialurónico
se encuentra en los huesos y la piel, actuando como lubricante para cartílagos
y ligamentos, lo que aporta importantes beneficios:
Al actuar como lubricante para
cartílagos y ligamentos, genera un efecto protector ante determinadas fuerzas
mecánicas.
Ayuda a recuperar la elasticidad,
disminuyendo el dolor y mejorando la movilidad de las articulaciones.
Ayuda a prevenir lesiones deportivas,
como distensiones y tendinitis.
¿CÓMO PODEMOS ENCONTRAR EL COLÁGENO Y QUE USOS TIENE?
Colágeno oral en capsulas.
Colágeno hidrolizado líquido.
Colágeno para inyectables.
Colágeno en membranas.
Colágeno en cosméticos.
El colágeno oral.
Evitar la destrucción de colágeno en la piel por
disminución de la producción de estrógenos como ocurre sobre todo en la
pre-menopausia.
Mejora la salud de la piel, uñas y pelo.
Protege las articulaciones al estimular la síntesis de
líquido sinovial, lo que ayuda sobre todo en problemas reumáticos y cuando hay
especial desgaste de las articulaciones por sobre peso, deporte.
Al tomar colágeno se estimula la elasticidad y firmeza de
la piel, junto con el ácido hialurónico, atrae la absorción de agua por lo que
estimula la hidratación y previene la deshidratación, lo que hace rejuvenecer
la piel y disminuir la apariencia de arrugas.
Se puede encontrar en cápsulas o líquido.
El colágeno hidrolizado líquido se absorbe mejor al
tomarlo conjuntamente con vitamina C.
Colágeno en inyectables.
Existen también implantes de colágeno natural de origen
bovino.
Se utilizan para corregir los volúmenes faciales al
implantarlos debajo la piel, y así disminuir las arrugas profundas.
Las inyecciones de colágeno son productos bovinos
derivados de colágeno para reemplazar el colágeno que vuestra piel pierde con
el tiempo. Se colocan justo por debajo de la piel, en la dermis donde el cuerpo
fácilmente acepta como propio.
Colágeno en membranas.
Este tipo de colágeno se utiliza en medicina y cirugía,
como hemo-estáticos, y regeneradores, así como para el relleno de cavidades.
Estas membranas son de colágeno de origen bovino y
equino.
Se utilizan tanto en neurocirugía, oído, garganta y
nariz, cirugía dental y plástica.
Colágeno en cosméticos.
El colágeno es un buen activo para cuidar la piel y lo
que hace más efectivo de estos cosméticos con activos es que estimulan la
propia producción y que protegen o evitan la destrucción del mismo, también es
muy importante hablar de los nutrientes, que a través del estímulo hormonal,
sobre todo la HGH u hormona del crecimiento, esta se produce por la noche, es
por ello que la reparación cutánea ya que la mayor producción de colágeno se
genera mientras dormimos, en la primera parte del sueño, es cuando existe la
síntesis proteica a partir de los distintos nutrientes y sustancias del organismo.
El colágeno compone la mayor parte de la dermis. Es la
proteína que sostiene la piel y es la proteína más compleja del tejido
conectivo, por lo que la falta de colágeno provoca una falta de firmeza y un incremento
de la flacidez.
CUANDO Y CÓMO SE EMPIEZA A PERDER COLÁGENO.
A partir de los 25 años, el organismo disminuye la
producción de colágeno, a partir de los 40 años la disminución es mucho mayor,
y hasta un 1% por año después de los 40 años. A los 70 años la perdida es de
aproximadamente el 30%.
Las causas principales las podemos agrupar en
cuatro:
Los
radicales libres, producidos por la exposición solar en exceso, las personas
fumadoras, los agentes contaminantes y algunos tóxicos, el estrés o el
ejercicio físico exagerado, destruyen el colágeno existente.
El
envejecimiento no destruye el colágeno sino disminuye la producción del mismo.
Por ejemplo, durante la menopausia, la falta de producción hormonal puede hacer
que se pierda hasta un 30% del colágeno de la piel.
Alimentación
pobre y los hábitos de vida poco sanos. Un aporte de minerales, vitaminas y
aminoácidos son fundamentales en la formación de proteínas, entre ellas el
colágeno, igualmente el aporte de antioxidantes son fundamentales para evitar la
destrucción de colágeno. Una dieta demasiado rica en azúcares simples, daña el
colágeno.
Problemas
médicos, que eviten la absorción de vitaminas y minerales. Infecciones y
medicamentos.