Las brochas ovaladas, popularmente conocidas como
«toothbrush», porque su forma nos recuerda a la de un cepillo de dientes, se
caracterizan por tener un cabezal muy tupido, con gran densidad de pelo
sintético y muy flexible. Están diseñadas para dosificar el producto sobre la
piel de manera uniforme, permitiendo un acabado más natural, similar al de las
esponjas de maquillaje o al de las brochas tipo mofeta. Su mango ergonómico es
ligero y flexible y en ocasiones cuentan con un cabezal inclinado para
adaptarse mejor a cada una de las curvas del rostro.
Una de las claves de su éxito es la capacidad que tiene
el pelo de estas brochas para adaptarse a la superficie del rostro. Además, el
mango ergonómico permite aplicar el maquillaje con mayor comodidad en zonas
como el cuello en las que siempre es más complicado obtener un acabado
uniforme.
USOS DE LAS BROCHAS OVALADAS.
Este tipo de brochas se usa para aplicar todo tipo de
productos: desde en crema hasta en polvo, pasando por los fluidos. Y no solo
hablamos de maquillaje, ya que hay quienes aplican sus tratamientos faciales
con ayuda de estas brochas ovales para conseguir una mejor penetración y un
ligero efecto masaje.
Estas brochas «toothbrush» son apropiadas para aplicar
sobre la piel hidratantes, BB cream, bases de maquillaje, correctores,
contornos, coloretes, iluminadores e incluso sombras de ojos.
Un consejo: Cuando trabajéis con
maquillaje fluido, evitar aplicarlo directamente en la brocha ovalada, ya que
absorbe bastante producto. En su lugar, aplicar el maquillaje a toques por los
diferentes puntos del rostro y después extenderlo con la brocha toothbrush para obtener un acabado de terciopelo.
¿PARA QUÉ SIRVEN CADA UNA?
De izquierda a derecha: La más fina (1 y 5), y casi plana
se puede emplear para difuminar delineados de ojos, definir las cejas o aplicar
toques de iluminador bajo estas. La que se parece más a un cepillo de dientes
(2 y 8) permite aplicar sombras de ojos, corrector, contorno e iluminador. La
brocha de rostro (3 y 6) es la más fácil de identificar por su tamaño y se
emplea para aplicar la base de maquillaje e incluso el colorete. La brocha
pequeña de cabezal redondeado (4) es ideal para correctores, iluminadores y
sombras de ojos. La brocha de rostro mediana (7) se emplea para aplicar
colorete o difuminar contornos y correctores.
¿CÓMO LIMPIARLAS?
Estas brochas se limpian como cualquier otra, pero
deberéis dedicarles algo más de tiempo al tener bastante más pelo en el
cabezal. Deberéis mójalas con agua y frota con jabón neutro para quitar los
restos de maquillaje, aclara bien para eliminar el jabón y hacerlo cuantas
veces sea necesario. Dejarlas secar en posición horizontal, con las cerdas
hacia abajo.