Translate

martes, 17 de enero de 2017

COMO ELEGIR LA BASE DE MAQUILLAJE PERFECTA.



Elegir una base de maquillaje para conseguir un rostro natural y perfecto no resulta una tarea fácil. Depende de factores como el tipo y el tono de nuestra piel y el efecto que queremos conseguir, cubrir imperfecciones o darle un aspecto más uniforme o natural.

El objetivo de la base es dar a vuestro rostro un aspecto uniforme y liso, por este motivo este producto tiene que igualar el tono de vuestra piel. Con una mala elección o aplicación se puede conseguir el resultado contrario: una apariencia artificial con efecto 'máscara'.

Ante la gran oferta de bases que existe hoy en día podéis encontraros pérdidas y no saber cuál es la más adecuada para vosotras. A continuación os propongo unas pautas para saber elegir la base de maquillaje ideal según vuestro rostro.

TIPOS DE BASE.

No todas las bases son aptas para todos los tipos de pieles Por ejemplo, las pieles con tendencia acnéica deben usar productos libres de aceites para controlar la producción de grasa de las glándulas sebáceas. Este tipo de pieles deberán usar fórmulas matificantes. A continuación os detallo los tipos de bases más comunes:

·      -  Liquida. Es la más habitual y suele comercializarse en bote o tubo. Dependiendo de su consistencia se conseguirá una mayor o menor cobertura. Normalmente no suelen cubrir mucho, por lo que son las bases perfectas para conseguir un efecto natural.

·      -   Crema. Es la más untuosa y espesa, por lo que cubre mucho más que la anterior. Es ideal para unificar el rostro y perfectas para pieles maduras. Se suele vender en barra y aporta un acabado aterciopelado.

·      -   Crema hidratante con color. Es una crema hidratante con pigmentos para cubrir algunas imperfecciones. Es más espesa que la crema hidratante habitual y aporta un color natural a vuestra piel. Se puede usar como crema de día.

·      -   Mousse. Es la base más ligera de todas y es muy similar a una crema hidratante con color. Es ideal para rostros sin apenas imperfecciones y para conseguir un ‘look’ muy natural.

·      -   Polvo. Es una base mitad polvos y mitad crema que se usa para las pieles grasas y con brillo. Es muy fácil de usar y se aplica con una esponjita. Esta base aporta un acabado suave y ligero.

·      -   Compacta. Suele comercializarse en barra y es un tipo de base suave y cremosa. Es muy fácil de usar y permite retocar el maquillaje en cualquier momento del día.

EL COLOR.

El color de la base depende de vuestro tono de piel. El mejor color es aquel que se funde y no se  diferencia mucho de vuestra piel. Para evitar un efecto artificial no uséis los tonos oscuros para que no se vea el contraste con la base del cuello.

Para saber vuestro color ideal nunca os lo apliquéis en la muñeca ya que la piel no es del mismo tono que la de vuestro rostro. Es importante que lo probéis en la cara, entre la zona de la mandíbula y el pómulo; si la base se fusiona en vuestra piel será la que deberíais elegir.  

Se aconseja elegir medio tono más claro que el color de vuestra piel, recordar que la base no resalta el color de vuestra piel sino que la uniformiza.

·      -   Piel clara. Si vuestra piel es clara evitar los colores demasiado claros para que no os quede un efecto demasiado pálido.

·      -   Piel rosada. Elegir una base de tonos beis.

·      -   Piel morena. Para este tipo de pieles os aconsejo usar maquillaje en polvo para un efecto más natural.

·      -   Piel amarilla. Para neutralizar el amarillo utilizar un beis rosado.

Con el cambio de estación lo más probable es que tengáis que cambiar de color puesto que en verano la piel está más morena y necesitareis tonos un poco más oscuros.

COMO APLICAR LA BASE.

·     -  Limpiar e hidratar la piel.

·     -    Aplicaros un corrector por la zona de las ojeras o imperfecciones.


·     -    A continuación la base de maquillaje. Para ello aplicar una capa fina, si es necesario os podéis poner otra más. De esta manera evitareis pasaros con la base y que se vea un rostro demasiado recargado. Extender bien la base por todo el rostro, desde el centro hacia fuera, sin olvidaros del cuello, párpados y labios. Hay que evitar que se vea una línea entre el rostro y el cuello. En el caso de haber elegido una base de un tono muy distinto al color de vuestro cuello podeis extenderlo por esta zona hasta llegar al pecho.