El coronavirus Covid-19 mantiene en alerta al mundo y ha
provocado una crisis sanitaria sin precedentes, agravada por su expansión por
todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado la crisis
del coronavirus como pandemia, y es que lo que empezó como un quebradero de cabeza para China se ha convertido
en un problema de salud pública a nivel global.
¿QUÉ ES EL CORONAVIRUS?
El coronavirus debe su nombre a su aspecto, parecido a una
corona, Provocan distintos tipos de enfermedades y es habitual contraer alguno
a lo largo de la vida, sin más trascendencia. Son una extensa familia de virus
que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. El Covid-19 bautizado
inicialmente como 'virus de Wuhan' en
referencia al lugar donde surgió y donde se han registado la mayoría de casos,
recuerda a infecciones como el síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente
Medio (MERS) o el síndrome agudo respiratorio grave (SARS).
Este tipo de epidemias suelen estar provocadas por virus de
animales que usan ácido ribonucleico (ARN) como material genético para mutar y
acaban transmitiéndose a otros seres vivos. En este caso concreto, el principal
sospechoso es el murciélago, si bien los expertos creen que ha tenido que haber
cambios sustanciales a través de un "huésped intermediario". Aunque
no se conoce de forma precisa su comportamiento, se cree que el coronavirus se
transmitía en primer lugar a través del contacto con animales infectados, pero
una vez que mutó ya era capaz de pasar a las personas.
Una primera investigación llevada a cabo por científicos
chinos sugería que el virus podría haber residido en las serpientes. Después de
localizar el germen, consiguieron estudiarlo para tratar de determinar de dónde
procedía y los motivos de su virulencia. Tras compararlo con otros coronavirus
conocidos, pronto hallaron que se trataba de la mezcla de uno originario de los
murciélagos pero mezclado con otro de origen desconocido. Y esa recombinación
de ARN fue a parar, primero, a las sierpes y, después, a los pangolines (animal
tiene escamas desde la punta hasta la cola y puede enrollarse como una bola),
tal y como explica el estudio publicado en el 'Journal of Medical Virology'. No
obstante, no hay pruebas concluyentes en ninguno de los casos.
Investigadores de la Universidad de Pekín y del Instituto
Pasteur de Shanghai han identificado dos cepas principales relacionadas con el
Covid-19: una más agresiva, que está provocando el 70% de los casos, y otra
menos virulenta, que afecta al 30% de los enfermos. Tras analizar 103 genomas
secuenciados, llamaron a una 'tipo L' y a la otra 'tipo S'. La de 'tipo L'
presentaba especial virulencia y fue más común al comienzo del brote, pero su
frecuencia ha disminuido después de principios de enero, a causa, según los
científicos, de las estrictas medidas que China puso en marcha. El 30% restante
de las cepas, que llamaron ‘tipo S’, tienen efectos menos peligrosos para las
personas.
Por el momento, tampoco hay ninguna evidencia de que el
Covid-19 tenga un comportamiento estacional y que, al igual que sucede con la
gripe común, comience a remitir con la llegada de la primavera al hemisferio
norte. “Con este virus no hay datos, existe algún estudio in vitro que sugiere
que ante altas temperaturas se inactiva en parte, pero ese no es el único
factor que importa”, explica el jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas
del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla y presidente de la
Sociedad Europea de Microbiología e Infecciosas. El virus de Wuhan se parece
mucho al SARS, que "no tuvo un claro comportamiento estacional” y bajo el
punto de vista de uno de los virólogos españoles más reconocidos del mundo,
"la vacuna contra la gripe o los antivirales que tenemos no funcionan, así
que son distintos, pero se transmiten de forma muy parecida y la enfermedad que
causan también es similar, puede ir desde muy suave a muy severa". En este
sentido, apunta a que "la gran diferencia con la gripe estacional es que
hay personas que no se infectan porque la han tenido hace poco o porque la
vacuna les ha funcionado bien". "En la gripe pandémica, como la gripe
A de 2009, no existe esa inmunidad, así que el número de infecciones puede ser
mayor y, en ese sentido, se parece más".
¿CÓMO SE CONTAGIA EL CORONAVIRUS?
Una persona puede contraer el Covid-19 por contacto con otra
que esté infectada por el virus. "La enfermedad puede propagarse de
persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca
que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala". Estas
gotículas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo
que otras personas pueden contagiarse de Covid-19 si tocan estos objetos o superficies
y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca.
También pueden contagiarse si inhalan las gotículas que haya
esparcido una persona con COVID-19 al toser o exhalar. Por eso es importante
mantenerse a más de un metro (tres pies aproximadamente) de distancia de una
persona que se encuentre enferma. Los investigadores han descubierto que el
virus puede permanecer en el aire durante, al menos, 30 minutos y viajar hasta
4,5 metros. No obstante, este tiempo de permanencia depende de factores como la
temperatura y el tipo de superficie. Por ejemplo, con una temperatura en torno
a los 37 grados, puede sobrevivir durante dos o tres días en cristal, tela,
metal, plástico o papel.
Ante la incertidumbre generada, la OMS ha desmentido que se
propague a grandes distancias a través del aire y ha asegurado que la principal
vía de contagio son las gotículas que se generan cuando una persona infectada
tose o estornuda, o a través de saliva o de secreciones de la nariz. Del mismo
modo, ha confirmado la seguridad que supone recibir una carta o un paquete
procedente de China, epicentro del brote, ya que, según la información
preliminar, el nuevo coronavirus puede sobrevivir en una superficie durante
unas horas. Que los animales de compañía propaguen el nuevo coronavirus ha sido
también negado por la institución, que no tiene "ninguna prueba" de
que el nuevo coronavirus infecte a animales de compañía como los perros y los
gatos.
ASI AFECTA EL CORONAVIRUS SEGÚN LA EDAD.
Tasa de letalidad del virus según los grupos de edad.
Grupos de edad
|
Casos confirmados
|
Fallecimientos
|
Tasa de letalidad
|
De 0 a 9 años
|
0.416
|
0
|
0.0
|
De 10 a 19 años
|
0.549
|
1
|
0.2
|
De 20 a 29 años
|
3.619
|
7
|
0.2
|
De 30 a 39 años
|
7.600
|
18
|
0.2
|
De 40 a 49 años
|
8.571
|
38
|
0.4
|
De 50 a 59 años
|
10.008
|
130
|
1.3
|
De 60 a 69 años
|
8.583
|
309
|
3.6
|
De 70 a 79 años
|
3.918
|
312
|
8.0
|
Mayores de 80 años
|
1.408
|
208
|
14.8
|
Tras estudiar 44.672 casos, en el Centro Chino para el
Control y la Prevención de Enfermedades ha estimado que el virus afecta de
manera leve a casi un 81% de los infectados pues buena parte de los contagiados
se encuentran, a priori, fuera de los grupos de riesgo en los que el
coronavirus provoca mayores defunciones. La mayoría de los casos de contagio se
dan entre la población que tiene de 30 a 79 años, con una tasa de letalidad
media del 2,3%, mientras que la mayor parte de los fallecidos supera la barrera
de los 50 años, una edad a la que, según se deduce del mayor estudio elaborado
hasta la fecha, aumenta el riesgo de mortalidad, con una tasa de letalidad del
1,3%.
SINTOMAS.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aún admite que
"no se sabe lo suficiente sobre Covid-19 como para sacar conclusiones
definitivas sobre cómo se transmite, las características clínicas de la
enfermedad o el grado en que se ha propagado", pero a juzgar por los miles
de casos registrados hasta la fecha y las similitudes con otras cepas de
coronavirus, puede presentarse de diversas formas; desde el resfriado común
hasta la neumonía aguda. Estos son algunos de los síntomas más frecuentes entre
los infectados:
Fiebre.
Cansancio.
Tos seca.
Dolores (en algunos pacientes).
Congestión nasal (en algunos pacientes).
Rinorrea (en algunos pacientes).
Dolor de garganta (en algunos pacientes).
Diarrea (en algunos pacientes).
Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual,
si bien algunas personas no muestran ninguno y ni siquiera se encuentran mal.
Una de cada seis personas que contrae el virus desarrolla una enfermedad grave
y tiene gran dificultad para respirar, especialmente personas mayores y las que
padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas
cardiacos o diabetes.
En casos más graves, la infección también puede causar:
Neumonía.
Síndrome respiratorio agudo severo.
Insuficiencia renal.
Basándose "en lo que se ha observado previamente como
el período de incubación", los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades estiman que los síntomas podrían aparecen en tan sólo dos días o
hasta 14 después de la exposición. No obstante, el epidemiólogo chino Zhong
Nanshan, conocido por su trabajo en la gestión del brote de SARS y que ha sido
nombrado asesor principal del Covid-19, sugiere que el período de incubación
del nuevo coronavirus podría ser de hasta 24 días.
TRATAMIENTO.
Por el momento, no se recomienda "ningún medicamento
específico" para prevenir o tratar la infección, pero los médicos de medio
mundo trabajan a contra reloj en desarrollar una cura tomando como referencia
las experiencias pasadas. Las autoridades de China tienen previsto comenzar en
abril a probar en humanos vacunas creadas recientemente. "Varios equipos
de investigación están probando técnicas diferentes para desarrollar una
posible vacuna y se espera que la primera vacuna pueda ser sometida a exámenes
clínicos a finales de abril.
El Gobierno de China puso en marcha cinco formas distintas
de abordar la crisis sanitaria, entre las que se encuentra el desarrollo de una
vacuna, el uso de la ingeniería genética para producir proteínas que actúen
como antígenos o la modificación de vacunas ya existentes, como la que se
utiliza frente al Influenzavirus A. En cualquier caso, la OMS ha alertado de
que el proceso para aplicar vacunas podría llevar "entre 12 y 18
meses". Además, el organismo ha recordado que las vacunas contra la
neumonía, como la neumocócica y la vacuna contra 'haemophilus influenzae' de
tipo B (Hib), no protegen contra el nuevo coronavirus; y que "no hay
pruebas" que demuestren que enjuagarse regularmente la nariz con una
solución salina proteja de la infección, al igual que comer ajo o aplicarse
aceite de sésamo en la piel.
Los investigadores chinos llevan meses probando diferentes
compuestos —ya existentes y disponibles en cualquier farmacia— para ver si
alguno logra combatir o, al menos, proteger a los pacientes de la neumonía, que
es lo que finalmente acaba provocando las muertes. Hace unos días, Jianjun Gao,
Zhenxue Tian y Xu Yang, farmacólogos del Hospital Universitario de Qingdao,
presentaron un estudio que señala a un viejo fármaco, la cloroquina como un
remedio aparentemente eficaz para detener la infección. "En los primeros
estudios 'in vitro', se encontró que la cloroquina bloqueaba la infección por
Covid-19 a unas concentraciones muy bajas".
PREVENIR EL CONTAGIO.
Por el momento, el mejor remedio es la prevención. Tras
anunciar que el riesgo de expansión del Covid-19 ha pasado de nivel
"alto" a "muy alto" en todo el mundo, equiparando así la
situación global a la que vive China desde enero, el director general de la OMS,
ha dado diez consejos a la ciudadanía de todo el mundo para prevenir el
contagio del virus y colaborar en el freno de su expansión. Entre ellos, no se
incluye el uso de mascarillas, pero sí otro tipo de medidas cautelares muy
similares a las de otras enfermedades infecciosas:
Lavarse
las manos frecuentemente con un gel antiséptico, o con agua y jabón
si no se dispone de éste. El virus puede transmitirse al tocar superficies
contaminadas o a enfermos, por lo que esta acción reduce los riesgos.
Limpiar
regularmente determinadas superficies, como los escritorios en
lugares de trabajo o en la cocina.
Asegurarse de que la información sobre el Covid-19 procede de fuentes fiables,
como las agencias nacionales de salud pública, profesionales médicos, o la
propia OMS. Saber, por ejemplo, que la enfermedad suele comenzar con fiebre o
tos seca, no con molestias nasales.
Evitar
los desplazamientos si se tiene fiebre o tos. Si se cae enfermo
durante un vuelo, informar inmediatamente a la tripulación, y una vez en el
domicilio, contactar con profesionales sanitarios, contándoles dónde se ha
estado.
Toser
o estornudar sobre la manga del brazo (no sobre la mano) o usar un
pañuelo que deberá ser inmediatamente tirado a la basura, para después lavarse
las manos.
Si se tienen más de 60 años o problemas de salud tales como una
enfermedad cardiovascular, respiratoria o diabetes, hay mayor riesgo de caer
gravemente enfermo ante un hipotético contagio, por lo que deben tomarse
precauciones extra, evitando zonas concurridas o lugares donde podría haber
contacto con potenciales enfermos.
En caso de sentirse mal, quedarse en casa y llamar a un médico o un
profesional sanitario, que debería preguntar los síntomas, dónde se ha estado y
con quién se ha tenido contacto.
En caso de caer enfermo, quedarse en casa, separarse del
resto de la familia, incluso al comer y dormir, y utilizar diferentes cubiertos y platos.
Llamar al médico si se nota falta de aliento.
En caso de vivir en una comunidad afectada, es comprensible
sentir ansiedad. Buscar la manera en la que se puede ayudar en ella, y a la vez
informarse de cómo garantizar
la seguridad en lugares de trabajo, escuelas o lugares de culto.