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domingo, 29 de diciembre de 2019

VENENOS BLANCOS QUE CONSUMIMOS DIARIAMENTE



Cuando hablo de los venenos blancos hablo de: Harina de trigo, azúcar refinada, sal refinada, arroz blanco, leche de vaca y derivados. Todos coinciden en su mala capacidad nutritiva. No sólo tienen pocos nutrientes sino que además son en parte responsables de muchas enfermedades que sufrimos. La obesidad, la tensión arterial alta, la diabetes, la depresión y últimamente incluso la muerte súbita, son problemas relacionados con el consumo de estos alimentos.

1. Harina de trigo.  Cuando más fina y blanca es la harina, menos fibra, vitaminas y minerales contiene. El pan blanco, el pan de salvado (falsos integrales), la bollería (pan dulce y pasteles), no contienen vitaminas ni minerales, mientras que favorecen las caries, el cáncer, el colesterol y la diabetes.  Los panes más recomendables son el pan de centeno y el pan integral.

Germen de trigo y Salvado El germen es la parte más nutritiva, una importante fuente de proteínas e hidratos de carbono. Es destacable su alto aporte en vitamina E y un alto contenido de ácido linoléico que ayuda a equilibrar el organismo, pues interviene directamente en los procesos de asimilación de las grasas por parte del organismo, así como en la asimilación de los azúcares y las proteínas. Es destacable el alto contenido que tiene en vitaminas del grupo B, entre las que se encuentran la B1, B2 y B6.

2. Azúcar refinada. 
No es buena porque no aporta ningún nutriente, solo calorías vacías. Los azúcares refinados son causantes muy directos de obesidad, de un desequilibrio nutritivo y caries. El problema radica en la forma en que incorporamos los azúcares a la alimentación, las frutas y las verduras, por sí mismas, ya aportan azúcares en una forma más saludable. Edulcorantes químicos como el aspartamo, la sacarina y los ciclamatos se les ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer.

Estudios hechos en Sudáfrica sobre muestras de orina de dos mil trabajadores de plantaciones de caña de azúcar, no hallaron trazas de glucosa, pese a que en promedio mascaban 2 kg diarios de caña, o sea que ingerían unos 350g de azúcar por día. La explicación es sencilla: mientras la caña mascada es un alimento natural, completo y fácilmente metabolizable, el azúcar refinado es un producto extraño y nocivo para el organismo.

3. La sal refinada.  
La sal refinada que nos venden es sólo cloruro sódico, que aunque le hayan incorporado flúor o yodo, esto ha sido de manera artificial y no en las proporciones en las que se encuentra en la sal marina pura.  La comida procesada se encuentra llena de sal refinada (entre 8 y 20 veces más de la dosis recomendada), provocando el aumento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.  El cloruro sódico “solo” es peligroso para la salud, no así cuando esta compensado, tal como se encuentra en la sal marina, con otros minerales como: azufre, boro, bromo, carbono, estroncio, magnesio, potasio, aluminio, arsénico, bario, cesio, cobalto, flúor, fósforo, hierro, litio, manganeso, mercurio, molibdeno, níquel, nitrógeno, oro, plata, radio, rubidio, selenio, silicio, torio, uranio, vanadio, cinc, yodo…

La industria ha desarrollado complejos y costosos procedimientos de limpieza y purificación de la sal. Por el gran valor industrial del componente básico de la sal (el cloruro de sodio) en el desarrollo de los productos de síntesis química. Una vez liberado de “impurezas” (y por tanto del equilibrio iónico que le confieren los restantes 82 elementos), el cloruro de sodio es un reactivo perfecto y económico. Biológicamente el organismo no reconoce estas sustancias refinadas y de extrema pureza; es más, las considera tóxicas por su reactividad. Irónicamente, por la misma razón que la industria aprecia al cloruro sódico (capacidad reactiva), el organismo lo rechaza.

Los problemas causados por excesos con la sal.  

La sal puede contribuir a las enfermedades del corazón, uno de los principales problemas con el exceso de sal en la dieta es la contribución de esta a la hipertensión arterial.  Investigaciones llevadas a cabo parecen indicar que una cucharadita adicional de sal al día tiene al cabo del tiempo el resultado de duplicar el riesgo de apoplejías en personas obesas. Según los investigadores la sal daña las paredes de los pequeños capilares del cerebro y contribuye a un gradual deterioro de la memoria.

4. Arroz blanco. 
Al igual que la harina, el refinado por el que pasa el arroz le quita todo el aporte energético y vitamínico que puede tener. El arroz blanco causa aumentos bruscos en los niveles de glucosa en la sangre, lo cual es un riesgo para la diabetes. Aunque el arroz se ha consumido durante siglos, fue en el siglo XX cuando comenzó a refinarse y consumirse como arroz blanco. El arroz integral es una opción más sana porque libera la glucosa de forma más gradual.

El grano de arroz se compone de tres partes básicas: Salvado o cascarilla: es la cáscara que protege al grano. Es rica en fibra, vitamina B y minerales. Endospermo: es la parte central del grano que le provee de energía. Es rico en almidón (carbohidrato), y contiene algunas vitaminas del grupo B y algo de proteína. Germen: es un corazón rico en nutrientes a partir del cual se formará otra planta. Es rico en ácidos grasos, vitamina E, antioxidantes, vitaminas del grupo B y proteína.

5. Leche de vaca.
Está considerada como la principal causa de alergias en los niños. El aporte de grasas saturadas y colesterol, como proteínas no del todo aptas para el humano hacen considerar que no es el alimento tan completo y saludable que nos han hecho creer durante años. Algunos estudios, incluso la relacionan con la diabetes y hasta con la osteoporosis, porque al ser baja en magnesio, no favorece al hueso a absorber el calcio. Si a ello sumamos los medicamentos y hormonas con las que se tratan a las vacas y que luego aparecen en la leche, hacen recomendable sustituirla por otras alternativas naturales más saludables.

Peligros de la leche de vaca 

1.- La Leche reduce el hierro en los niños pequeños. De igual manera, contribuye a la carencia de ácidos grasos esenciales y Vitamina E.

2.- La leche animal estimula al cuerpo a producir mucosidad.

3.- La Caseína, es una proteína presente en la leche, produce en un gran número de niños, que los tejidos blandos se hinchen.

4.-La leche contiene cantidades anormales de antibióticos, contiene cantidades excesivas de aprox. 59 tipos diferentes de hormonas.

5.- El azúcar en la leche (lactosa) es muy difícil de digerir ya que cuando una persona llega a la edad de dos años, los intestinos elaboran menos lactasa, una enzima necesaria para absorber y digerir la lactosa.

ALTERNATIVAS A LOS VENENOS BLANCOS.

Es muy difícil eliminar por completo estos elementos de nuestra dieta, sin embargo, hay algo que puede facilitarnos esta tarea. Existen alternativas en el mercado para cada uno de estos productos que hacen daño a nuestra salud.

Para la harina
Hay mejores harinas en el mercado como son la de almendra, garbanzo o incluso la de maíz si este es ecológico.
Aun así, es cierto que como con la harina de trigo no se cocina con ninguna de sus hermanas saludables. El pan, de hecho, es difícil de hacer con otra harina. Hoy por hoy, el pan es malo para nuestra salud.

Para el azúcar
Endulzar las comidas de más es malo. Existe el azúcar moreno, que es menos dulce que el blanco. Es precisamente porque es menos dulce por lo que el que la consume suele echar más cantidad hasta igualar la dulzura del azúcar blanco. Con eso no conseguimos absolutamente nada, es mejor no edulcorar las comidas en exceso y usar miel, quizás, como sustituto del azúcar.

Para la sal blanca
El mejor sustituto para la sal es la del Himalaya. Esta sal es de color rosa y es muy saludable.

Para el arroz blanco
Es mejor comprar arroz integral con grano largo. Que el producto sea natural es tan obvio como pedirle al arroz que sea arroz y no otra cosa. Además es importante que sea de grano largo ya que contiene una mayor cantidad de nutrientes.

Para la leche de vaca
Al igual que con otros productos, hay otras muchas variantes de leche. Existe la leche de almendras, de avena y de otras procedencias. Muchas de las leches tienen mucho azúcar, por eso es importante evitar algunas como la de soja y la de arroz.