QUÉ ES LA HIPERHIDROSIS.
La hiperhidrosis es el exceso de sudor o transpiración
excesiva que se produce de forma espontánea, sin ser causada por temperaturas
altas o por situaciones de tensión física o emocional.
¿POR QUÉ SUDAMOS?
La transpiración es una función de la piel que supone la
liberación de líquidos ricos en sales, por parte de las glándulas sudoríparas.
Esta función sirve, fundamentalmente, para favorecer la termorregulación, es
decir, para mantener constante la temperatura corporal a 37 º C.
Cuando el cuerpo necesita liberar calor se produce la
transpiración y el refrescamiento de la piel por evaporación. Por este motivo
sudamos cuando tenemos calor, durante el ejercicio físico o en situaciones de
tensión, en la que la descarga nerviosa aumenta nuestra temperatura corporal.
El cuerpo humano cuenta con un total de entre 2 y 4
millones de glándulas sudoríparas, que se activan en la pubertad. Las glándulas
sudoríparas localizadas en las palmas de las manos, plantas de los pies,
cráneo, rostro y axilas son especialmente sensibles a los estímulos
psicológicos.
HIPERHIDROSIS: EL HANDICAP SILENCIOSO
La hiperhidrosis puede afectar al 2% de la población de
raza blanca. Este porcentaje es superior en personas de origen asiático, sobre
todo en japoneses. Se presenta con más frecuencia entre los 25 y los 64 años y,
en un 40% de los casos, suele haber algún familiar más que lo padece, lo que
demuestra su tendencia hereditaria.
Se observa, sobre todo, en manos, axilas, pies y región
púbica, debido a la alta concentración de glándulas sudoríparas en estas zonas.
La hiperhidrosis puede presentar distintos grados de
afectación.
Grado I: La sudoración no se nota nunca
ni impide la actividad normal.
Grado II: La sudoración es tolerable,
pero a veces impide la actividad normal.
Grado III: La sudoración es raramente
tolerable y frecuentemente impide la actividad normal.
Grado IV: La sudoración no es tolerable
e interfiere continuamente en la actividad normal.
Aunque se trata de un problema relativamente frecuente
que puede generar estrés y ansiedad y a pesar de las limitaciones dentro del
campo laboral, académico y social que puede causar la hiperhidrosis,
generalmente las personas lo sufren en silencio y no suelen acudir al
dermatólogo cuando se manifiestan los síntomas por primera vez.
El impacto psicológico de la hiperhidrosis puede
acomplejar o interferir en la vida diaria de quien lo padece. Las personas
afectadas tratan de acomodarse al problema y suelen adoptar pautas especiales
de comportamiento:
Evitan situaciones que conduzcan al
contacto físico, como saludar con un apretón de manos.
Limitan los movimientos de los brazos y
adoptan posturas rígidas para ocultar la sudoración excesiva de las axilas.
Se cambian varias veces de ropa a lo
largo del día.
Evitan actividades que supongan sujetar
objetos con seguridad.
TIPOS DE HIPERHIDROSIS.
SEGÚN LA CAUSA:
Primaria: suele
ser más localizada (focal) y de causa desconocida.
Secundaria: obedece
a situaciones clínicas subyacentes y suele tener un patrón corporal más
generalizado. Puede aparecer en distintos momentos de la vida del paciente en
relación a la menopausia, ciertas drogas, problemas de tiroides, tumores o
intoxicaciones leves de mercurio.
SEGÚN LA LOCALIZACIÓN:
Axilar.
Palmoplantar.
Gustativa.
Generalizada.
SEGÚN LA EXTENSIÓN:
Hiperhidrosis localizada: cuando la
hipersudoración abarca una superficie igual o menor a 100 cm cuadrados.
Hiperhidrosis generalizada: cuando el
exceso de sudoración abarca una superficie mayor a 100 cm cuadrados en la piel.
CAUSAS DE LA HIPERDROSIS.
HIPERHIDROSIS PRIMARIA
En la hiperhidrosis primaria, la causa no es del todo
conocida.
Se relaciona claramente con una hiperactividad simpática
y un exceso de respuesta sudomotora.
Como muy bien saben las personas que la sufren, las
situaciones de tensión, como la excitación o el estado de nervios, suele
exacerbar el cuadro. Una queja muy común entre las personas con hiperhidrosis
es que se ponen nerviosos cuando detectan que han roto a sudar, entonces el
cuadro se dispara y sudan mucho más profusamente.
Ciertos hábitos, tales como el consumo de bebidas
alcoholicas, nicotina, cafeína y ciertas comidas u olores también pueden
disparar el grado de sudoración.
HIPERHIDROSIS SECUNDARIA
La hiperhidrosis secundaria suele ser generalizada y
presentarse inmersa en otros cuadros clínicos, con otros síntomas:
Alteraciones del funcionamiento de la
médula espinal.
Neuropatías periféricas.
Lesiones cerebrales.
Lesiones tumorales intratorácicas.
Problemas sistémicos (feocromocitoma,
parkinson, tirotoxicosis, entre otros).
Intoxicaciones de mercurio.
HIPERHIDROSIS LOCALIZADA
Las hipersudoraciones de hasta 100 cm cuadrados pueden
estar relacionadas con la presencia de (entre otros):
Tumor glómico.
Nevus azul.
Paquidermoperiostosis.
Neuropatía diabética.
Parotiditis.
Abscesos de parótida.
TRATAMIENTO DE LA HIPERHIDROSIS
TOXINA BOTULÍNICA PARA HIPERHIDROSIS AXILAR Y PALMO-PLANTAR
El tratamiento de la hiperhidrosis con toxina botulínica
es una solución cómoda y eficaz que puede aplicarse tanto en axilas como en las
palmas de las manos y las plantas de los pies.
La infiltración de toxina botulínica se realiza a través
de agujas muy finas. La toxina botulínica genera un bloqueo de la función de
las glándulas sudoríparas, por lo que reduce la producción de sudor en las
áreas donde se administra esta sustancia.
El tratamiento tiene una duración de entre 40 y 60
minutos.
Los resultados tienen una duración de unos 6 meses.
Se puede reanudar la actividad normal inmediatamente
después del tratamiento.
OTROS TRATAMIENTOS DE LA HIPERHIDROSIS
TRATAMIENTOS MÉDICO-DERMATOLÓGICOS:
Clorato de aluminio: empleado como antiperspirante, suele
requerir altas concentraciones en los productos, por lo que puede causar
irritaciones en la piel. Su eficacia tarda unos 5 días en manifestarse.
Sustancias anticolinérgicas: Oxibutina, Glicopirrolato y
otras, que no están exentos de efectos secundarios.
TRATAMIENTOS QUIRÚRGICOS:
Eliminación de las glándulas sudoríparas mediante
diferentes procedimientos quirúrgicos de distinto grado de impasividad:
succión, curettage subdérmico, liposucción o curettage directo, éste último
mediante la disección y despegamiento de un colgajo cutáneo que permita
revertir la piel y extirpar la mayor parte de las glándulas.
Simpatectomía Endoscópica Torácica: inutiliza los
ganglios torácicos principales de la cadena paravertebral, responsables de la
inervación de la región a tratar. El éxito de esta cirugía es mayor en niños y
presenta una eficacia del 80%. Están descritos altos ratios de
hipersudoraciones de compensación, que aparecen en zonas que no sudaban antes
de la cirugía. Una variante de esta técnica es la simpatectomía lumbar para la
hiperhidrosis plantar, que se acompaña de efectos secundarios que la hacen poco
viable.