Aplicar esta mascarilla natural una vez por semana os ayudará a igualar el color y la textura de la piel,
siempre y cuando las manchas se deban a factores como una
exposición excesiva al sol, etc. No olvidéis comprobar la evolución de las manchas y consultar a un especialista en caso
de picor, escozor, irregularidad, abultamiento, o cualquier tipo de mancha
sospechosa.
INGREDIENTES:
- Arcilla
blanca.
- Aceite vegetal de rosa mosqueta.
- Aceite esencial de lavanda.
- Aceite esencial de incienso.
- Aceite esencial de geranio.
PASOS A SEGUIR:
- MEZCLAR
LA ARCILLA CON AGUA.
Añadir a un bol una cucharada sopera de arcilla
blanca en polvo y mezclar con agua hasta conseguir una textura cremosa.
- AÑADIR
LA ROSA MOSQUETA.
Añadir una cucharada generosa de aceite vegetal
de rosa mosqueta y remover. Recordar que podéis corregir la textura de la
mascarilla añadiendo mas arcilla para espesar o mas agua para diluir.
- AÑADIR
EL ACEITE ESENCIAL DE LAVANDA.
Añadir 5 gotas de aceite esencial de lavanda.
- AÑADIR
ACEITE ESENCIAL DE INCIENSO Y DE GERANIO.
Añadir 3 gotas de a.e. de
incienso y 3 gotas de a.e. de geranio (remover para que se mezclen bien los
ingredientes)
- APLICAR EN LA PIEL.
Aplicar en la piel y dejar
actuar durante al menos 15 minutos. Pasado este tiempo retirar con agua
abundante (podéis ayudaros de unas esponjillas). Después de retirar la
mascarilla, conviene tonificar el rostro con un hidrolato natural ( yo os
sugiero el agua de lavanda u otro que os guste según el tipo de piel que
tengáis) y aplicar una mezcla de aceites vegetales y esenciales como producto
de hidratación diario específicos antimanchas. Si queréis saber como hacer una
mezcla antimanchas visitar la entrada “TRATAMIENTO NATURAL PARA LAS MANCHAS DE
LA CARA”.
PROPIEDADES DE LOS
INGREDIENTES:
Estas son las propiedades
de la mascarilla antimanchas que
os propongo:
- ARCILLA.
La arcilla blanca en polvo posee numerosas
propiedades terapéuticas para la piel. Ha sido tradicionalmente
utilizada para aclarar la piel y además es calmante y
antiinflamatoria y
tiene una notable capacidad para depurar en profundidad además de aportar
minerales beneficiosos para la salud de la piel.
- ACEITE
VEGETAL DE ROSA MOSQUETA.
El aceite vegetal de rosa mosqueta es uno de los aceites
vegetales sobre los que más estudios científicos existen acerca de su capacidad
para regenerar la piel. Destacan sus propiedades antiinflamatorias y, sobre todo, cicatrizantes.
De hecho, cada vez más especialistas y profesionales de la medicina la recomiendan
en post-operatorios para restaurar e igualar la textura y el color de la piel.
- ACEITE
ESENCIAL DE LAVANDA.
Mi consejo, sobre todo para personas que no
tienen experiencia en el mundo de la aromaterapia, es que comiencen por
este maravilloso y polivalente aceite esencial. Se puede aplicar directamente en la piel, es uno
de los pocos recomendados para todo tipo de
personas (bebés y
embarazadas incluidos) y tiene muchísimas aplicaciones en cosmética, en salud y en el hogar. En cosmética, destaca
por encima de muchos otros por su excelente capacidad para regenerar la piel.
- ACEITE
ESENCIAL DE INCIENSO Y GERANIO.
Tanto el aceite esencial de incienso como el aceite esencial de geranio tienen bastantes usos en cosmética natural, pero ambos tienen en común propiedades restauradoras de la piel.
El incienso ejerce un efecto depurativo en la piel y el geranio es, sin duda,
uno de los aceites esenciales de la belleza por excelencia. Tanto el incienso
como el geranio tienen propiedades regeneradoras que ayudan a igualar el color
y la textura de la piel.