Los ácaros son
arácnidos diminutos, en su mayoría invisibles al ojo humano, que se encuentran
distribuidos por todo el mundo al haber conseguido adaptarse a vivir en todos
los medios. Solo 25 especies, de las más de 40.000 conocidas, se
relacionan con enfermedades alérgicas para el ser humano.
Pero no son los propios ácaros los causantes del
problema, sino sus residuos
fecales los que poseen ese gran poder alergénico.
DÓNDE VIVEN LOS ÁCAROS DEL
POLVO.
En general, en
viviendas y almacenes, siendo el principal factor ambiental para su
desarrollo el calor (entre 25 y 35 grados centígrados) y la humedad relativa.
Conviven con el ser humano, dado que se alimentan de las descamaciones dérmicas
que perdemos (en torno a 1 gramo al día) o de la de los animales de
compañía.
En el interior de las viviendas los ácaros se sitúan
en sábanas, almohadas, alfombras, cortinas, muebles blandos, peluches y
colchones. Pero son los sofás y
sobre todo los colchones su microhábitat preferido, puesto
que la profundidad de su relleno retiene la humedad, proporcionándoles
los tres factores que necesitan para su óptimo desarrollo: calor y humedad
(procedente de la transpiración del que duerme) y comida (escamas de piel
humana). Los valores necesarios para proporcionar unas condiciones
favorables a su desarrollo se alcanzan fácilmente en los colchones mientras
están ocupados un promedio de ocho horas al día.
Este tiempo puede ser mayor si la cama se hace de modo
inmediato, sin ventilación previa, lo que puede permitir que la temperatura y
humedad idónea se mantengan durante muchas más horas (incluso 16).
CUÁLES SON LOS SINTOMAS DE LA ALERGIA A LOS ÁCAROS DEL
POLVO DOMÉSTICO.
Los síntomas
de alergia a ácaros son de tipo respiratorio: rinitis y asma. La rinitis se
manifiesta mediante episodios matutinos, al levantarse de la cama, con estornudos
consecutivos, picor y goteo nasal y congestión intensa. Estos síntomas
suelen disminuir al salir de casa y vuelven a repuntar al acostarse o cuando se
realiza una exposición al polvo.
Aproximadamente un 30% de estos pacientes, puede
presentar también asma que se manifiestan en forma de tos, opresión torácica,
sibilancias e intolerancia al ejercicio físico o a la risa. También se ha
sugerido que los ácaros pueden
desempeñar un papel importante en la dermatitis atópica y sus
exacerbaciones. Los síntomas se mantienen durante todo el año,
aunque pueden incrementarse en primavera y en otoño.
Por otra parte, los ácaros son capaces también de
contaminar determinados alimentos elaborados con harinas enriquecidas
utilizadas para rebozados o repostería y producir cuadros de anafilaxia, la
manifestación más grave de la alergia.
Los alérgenos de los ácaros
pasan al polvo doméstico a través del aire (al barrer, pasar el
aspirador o sacudir la ropa de cama), pudiéndose encontrarse por centenares en
cada gramo de polvo próximos al sofá o la cama, actuando entonces como
fuente crónica y acumulativa de alérgenos que causan inflamación bronquial.
¿SON EFICACES LAS FUNDAS ANTIÁCAROS PARA COLCHONES Y
ALMOHADAS?
Dado que los colchones suelen ser el principal alojamiento de los ácaros, una de las
medidas más recomendadas por los expertos es el uso de fundas antiácaros. Sin embargo,
dos estudios publicados en ‘The New England Journal of Medicine’ de
investigaciones realizadas en el Reino Unido y Países Bajos para constatar su
eficacia, revelan que el uso de fundas no sirve de mucho ni en pacientes
asmáticos ni en quienes padecen rinitis alérgica. Si bien es cierto que
estas fundas reducen las concentraciones de los principales alérgenos del
ácaro, lo cierto es que no sirve para aliviar la gravedad de su patología,
sus síntomas diarios o su calidad de vida.
ENTONCES ¿CÓMO COMBATIR LA ALEGIA A LOS ÁCAROS?
La clave está en utilizar una serie de estrategias
que permitan reducir los niveles de exposición a los alérgenos, incluida
la limpieza profunda y el
control ambiental del hogar. Por supuesto puede añadirse el uso de fundas antiácaros como una medida
más.
Se ha demostrado que cuanto más sensible es la persona a
los ácaros, más se va a beneficiar con estas medidas de control ambiental, si
bien, para que sean efectivas, deben aplicarse de forma muy estricta.
MEDIDAS EFICACES FRENTE A LA ALERGIA A LOS ÁCAROS.
· Prescindir
de moquetas y alfombras. Si queréis mantenerlas, tendréis que realizar una
limpieza frecuente.
· Eliminar del dormitorio todos los elementos
que puedan acumular polvo, especialmente cortinas, peluches y otros elementos
decorativos. O bien utiliza cortinas fácilmente lavables a más de 50º y lávalas
con frecuencia.
· Ventilar diariamente la casa un mínimo de 15
minutos, en especial los dormitorios, abriendo puertas y ventanas para que el
aire se renueve.
· Dejar ventilar la cama, sin hacerla, durante
al menos 1 hora.
· Aspirar el somier y el colchón una vez a la
semana y ventilar el colchón al menos una vez al mes.
· Utilizar fundas antiácaros que, como hemos
visto, reducen las concentraciones de alérgenos.
·
Para evitar que las partículas de polvo
queden suspendidas en el aire:
- En
lugar de barrer, utilizar aspiradoras, mejor las de alta eficacia.
- Limpia
el polvo con un trapo húmedo y un aspirador con el filtro adecuado, en lugar de
utilizar la bayeta de polvo habitual.
- Aspirar
las entradas de aire acondicionado cada 2 ó 3 meses.
- Tras
las aspiraciones, ventilar la habitación.
· También el colchón y la almohada deben
aspirarse durante 10 minutos una vez al mes y, si os es posible, conviene
exponerlos al sol durante 30 minutos un par de veces al año.
· Lavar con agua caliente (a más de 55º C) al
menos una vez a la semana las sábanas. El resto de ropa de cama, como colchas,
edredones o mantas conviene hacerlo una vez al mes (o, como mínimo, cada dos
meses.
· Realizar una limpieza periódica de sofás,
sillones y sillas con acolchados.
· Prestar especial atención a los problemas de
humedad que se detecten y repararlos.
· Reducir la humedad relativa en toda la casa,
o al menos en el dormitorio, por debajo del 50% a través de una buena
ventilación o del uso regular de aparatos deshumificadores. El uso del aire
acondicionado también resulta útil a estos efectos.
· Si es posible, no dejéis entrar a los
animales en los dormitorios.
USO DE ACEITES ESENCIALES COMO ACARICIDAS NATURALES.
Hay que tener en cuenta, tanto para los acaricidas de
tipo insecticida que existentes en el mercado, como para los aceites
esenciales que os indico a continuación, que no es el ácaro el que provoca la
alergia, sino sus residuos fecales, por lo que el uso de estos productos debe
ir acompañado siempre de las medidas de higiene indicadas en el punto anterior.
- Difundir
en el ambiente, a modo de ambientador y mezclados con agua, un complejo de
aceites esenciales, entre los que pueden estar el eucalipto, lavanda, menta piperita, limón y pino albar.
Debéis agitar bien la mezcla siempre antes de usarlo, puesto que el agua y el
aceite no se mezclan.
- Humedecer
el trapo del polvo con aceite
esencial de Lavanda y/o citronela, que, además, desinfecta.
- Puede
realizarse una desinfección
mensual en el dormitorio y en el salón de la siguiente forma:
1. Pasar
el aspirador, incluyendo sofá, colchones y almohadones.
2. Pulverizar
en el ambiente, sobre la cama y sofá y en los rincones, una mezcla de alcohol
con aceites esenciales de limón, orégano, tomillo, lavanda, árbol del té,
citronela, canela y clavo.
3. Cerrar
la habitación durante una hora, al menos.
4. Volver
a pasar el aspirador.