Las proteínas son unas
macromoléculas indispensables para la vida, ya que son la materia prima fundamental de la
que están hechos nuestros tejidos. Sin proteínas no podemos subsistir. Por eso, en determinados países donde escasea el
alimento, la carencia de proteínas induce a
la enfermedad o la muerte.
Sin
embargo, en nuestra sociedad se da el proceso contrario. El exceso de proteínas y de todos los nutrientes en general ha incrementado algunos tipos
de enfermedades,
como las relacionadas con el sistema cardiovascular. Unos por defecto y otros por
exceso.
DIETA DE
PROTEINAS PARA ADELGAZAR... ¡UN ERROR!.
Llevar a cabo una dieta exclusiva de proteínas para adelgazar es un
auténtico error. No sólo priva al organismo de otros nutrientes imprescindibles sino que, además, lo intoxica. ¿Por qué? Muy fácil.
Las proteínas son macromoléculas muy complejas de digerir, sobre
todo cuando se trata de proteínas de origen animal.
El organismo necesita un gran esfuerzo para metabolizarlas y
requiere la acción de un gran número de enzimas vitales.
Además este proceso deja residuos nitrogenosos muy tóxicos que
generan acidosis, lo que debilita
las defensas y nos deja el cuerpo como caldo de cultivo para distintas
enfermedades.
Efectivamente, cuando consumimos solo proteína y
restamos la ingesta de otros nutrientes, conseguimos que el cuerpo almacene
menos grasa. Pero es que, esta cuestión tiene muchos matices y es
necesario tener ciertos conocimientos sobre la bioquímica del organismo para
darse cuenta de lo contraproducente que
puede resultar.
Si
mantenemos la dieta durante un tiempo, en cuanto volvamos a comer normal y equilibradamente, el organismo
hará acopio de todo aquello de lo que ha carecido para poder subsistir y realizar
sus funciones correctamente. ¿Qué quiere decir esto? Que engordaremos mucho más
que si no hubiéramos hecho la dieta.
Si
mantenemos la dieta durante períodos muy prolongados, eliminando nutrientes esenciales,
impedimos que el cuerpo lleve a cabo sus funciones vitales y como consecuencia,
en primer lugar nos intoxicamos y acidificamos y, en segundo lugar, esto genera
unos trastornos de rebote que incluyen afecciones como el edema, la inflamación
y todo tipo de patologías relacionadas con los distintos sistemas.
DOS ACCIONES IMPRESCINDIBLES
PARA ADELGAZAR.
Adelgazar, queramos o no,
requiere dos acciones imprescindibles:
1.-
Ingerir menos energía de la que se gasta.
2.- Mantener el
cuerpo sano y depurado para
que los productos de deshecho no se estanquen en el interior.
Una dieta basada en la ingesta excesiva de proteínas no
cumple ninguna de las dos. Por un lado, las proteínas engordan, como cualquier
otro nutriente, puesto que son energía que el cuerpo almacena como reserva. Es cierto que menos que los hidratos de carbono y
las grasas. Pero, en cualquier caso, se trata de una reserva poco eficiente,
puesto que para ello requiere procesos complejos y un gran esfuerzo
que debilita nuestras defensas.
Por otra parte, deja residuos muy tóxicos en el organismo que
impiden su funcionamiento óptimo y una correcta depuración.
La ingesta de proteínas es imprescindible, sí, pero en poca cantidad. La Organización Mundial de la Salud recomienda la ingesta
de proteínas diaria del 10% del total de nutrientes.
PROTEÍNA ANIMAL O VEGETAL.
Las proteínas son moléculas complejas formadas por cadenas de aminoácidos. La proteína animal contiene
todos los aminoácidos esenciales, y
por eso suele decirse que es una proteína de alto valor biológico. En cambio, la proteína vegetal
no es igual de eficiente.
Un vegetal puede tener
algunos aminoácidos esenciales y carecer de otros, mientras que a otro vegetal
le pasa todo lo contrario. ¿Qué hacer para remediarlo? Pues muy sencillo:
combinar distintos tipos de vegetales proteínicos.
La mejor forma de obtener
proteínas eficientes a partir del reino vegetal es combinar cereal, legumbre y semillas. Cuando combinamos estos elementos en la misma o en
distintas comidas a lo largo del día, nos estamos asegurando de ingerir una proteína completa.
TODOS LOS NUTRIENTES SON
INDISPENSABLES.
Adelgazar
no tiene nada que ver con eliminar nutrientes. Eso sería desnutrirse y no adelgazar. De hecho, muchos estudios señalan que la mayor
parte de las personas con obesidad están, además,
desnutridas. Por el contrario, distintas poblaciones del mundo con hábitos
alimenticios muy saludables están perfectamente nutridas y, sin embargo, son
extremadamente delgadas.
Las grasas, los hidratos de carbono y las proteínas son los tres
macronutrientes indispensables. Cuando combinamos en la comida principal del día un
plato que contenga 75% de cereal + un 25% de legumbre y algunas semillas, no sólo estamos aportando una
proteína completa, sino que además añadimos hidratos de carbono, polisacáridos
y grasas poliinsaturadas… ¡lo que el cuerpo necesita! Si además añadimos frutas y verduras frescas, terminaremos de proporcionarnos lo que queda
por añadir: vitaminas y minerales. Mi consejo es
que, además, limitéis la proteína a una sola comida, preferiblemente al
mediodía.